Reuters.- El Gobierno argentino decidió que la petrolera argentina YPF, recientemente nacionalizada, pase a concentrar las importaciones de combustibles, hasta el momento administradas por dos firmas controladas por el Estado, informaron el sábado periódicos locales.
El viceministro de Economía, Axel Kicillof, anunció la medida en una reunión que mantuvo el viernes con representantes de firmas eléctricas, a las que también informó que el Gobierno intervendrá el sector.
Hasta ahora, la estatal Enarsa concentra las millonarias importaciones de gas natural licuado (GNL). Paga por el combustible alrededor de 16 dólares/mmBtu, y después lo vende en el mercado local a alrededor de 4 dólares/mmBtu para asegurar gas natural barato a industrias y hogares. El Estado financia la diferencia.
Cammesa, una compañía mixta pero en la práctica conducida y financiada por el Estado, es la responsable de la logística de compra y distribución de combustible para las centrales que generan electricidad.
Ahora será YPF la encargada de realizar las compras, según informó Kicillof en la reunión, sin dar más precisiones.
El Gobierno expropió el 51% de la petrolera en mayo pasado, hasta entonces en manos de la española Repsol , a la que acusó de no realizar inversiones suficientes para detener la caída de su producción de hidrocarburos.
La producción de gas y petróleo está en retroceso en Argentina desde 2004 y 1998, respectivamente, lo que obliga al Gobierno a realizar millonarias importaciones para abastecer la creciente demanda local, lo que pone en riego su superávit comercial.
El año pasado, las importaciones energéticas argentinas se dispararon a unos 9.400 millones de dólares y se estima que este año superarán ese monto.
Los analistas proyectaban inicialmente que llegarían a entre 12,000 y 15,000 millones de dólares, pero la desaceleración de la economía, que se mantuvo plana en junio luego de crecer a altas tasas en los últimos años, reduciría las estimaciones.
El sector energético del país atraviesa una situación crítica que, según analistas, se debe a que en los últimos años las empresas realizaron escasas inversiones.