Bruselas (Reuters).- La inflación de la zona euro se enfrío a un ritmo mayor al esperado en septiembre y los precios al consumidor cayeron a su menor nivel desde febrero del 2010, indicando que el Banco Central Europeo puede mantener su política monetaria expansiva para ayudar a la recuperación del bloque.
Los precios al consumidor en los 17 países que utilizan el euro bajaron a un 1.1% en setiembre desde el 1.3% de agosto, levemente por debajo de las expectativas del mercado de un 1.2%, dijo la oficina Eurostat de estadísticas de la UE.
El Banco Central Europeo mantendrá sostendrá su reunión de política monetaria en París el miércoles y se espera que mantenga las tasas en un récord mínimo y que lo haga por un prolongado período de tiempo, o que posiblemente realice un nuevo recorte si fuese necesario.
La baja de septiembre se debió principalmente a los precios de la energía, que cayeron un 0.9% en el año, mientras que las alzas de los precios de los alimentos, el alcohol y el tabaco se desaceleraron a un 2.6% desde el 3.2% de agosto.
Las economías más débiles del bloque, que luchan con una tasa récord de desempleo y medidas de austeridad que ahogan el crecimiento, han visto una enorme caída en la inflación este año, mientras que Grecia enfrenta una deflación.
En España, los precios al consumidor cayeron a su menor nivel en casi cuatro años en agosto debido a los menores efectos del aumento del impuesto a las ventas del año pasado, mientras que otros datos mostraron que no hay señales de mejoría en la confianza de los consumidores.
En Alemania, la economía más grande de Europa, la inflación se desaceleró a un 1.4% en setiembre, permaneciendo cómodamente bajo la meta del BCE cercana pero inferior al 2 por ciento y no representa riesgos para la política monetaria expansiva del banco.