Los precios de la deuda del Tesoro estadounidense subieron hoy, y el diferencial entre los papeles de corto y largo plazo cayeron a su menor nivel en ocho meses, mientras los inversores seguían evaluando la posibilidad de que la Reserva Federal eleve su tasa de interés clave antes de lo esperado.

La curva del rendimiento se ha reducido desde el miércoles, cuando la presidenta de la Fed, Janet Yellen, dijo que el banco central podría empezar a elevar su tasa referencial de interés seis meses después del final de su actual programa de compras de bonos, lo que se espera para el otoño boreal.

El diferencial entre los rendimientos de los títulos a dos años y los bonos del Gobierno a 30 años se acortó a 317 puntos base, el más acotado desde julio.

Los precios de los bonos del Tesoro a 30 años extendieron ganancias y el diferencial del rendimiento bajó más después de que el presidente de la Fed de St Louis, James Bullard, dijo que el comentario de Yellen sobre el momento en que subirían las tasas de interés concordaba con los sondeos del sector privado.

Los rendimientos de las notas del Gobierno a dos años han subido a cerca de 44 puntos base desde 34 puntos base tras los comentarios de Yellen.

Los retornos de los bonos del Tesoro a cinco años, que son los más sensibles a las políticas de la Fed, han subido a 1.72% desde 1.54 registrado antes de la conferencia de Yellen.

El Tesoro venderá US$ 32,000 millones en títulos a dos años el martes, US$ 35,000 millones en notas a cinco años el miércoles, y US$ 29,000 millones en papeles a siete años el jueves, que se sumarán a los US$ 13,000 millones en la reapertura de notas a dos años a tasa flotante prevista para el miércoles.

De los funcionarios de la Fed que hablaron durante la jornada, el presidente de la Fed de Mineápolis, Narayana Kocherlakota, dijo al Wall Street Journal que la Reserva Federal no se estaba moviendo a una política más ortodoxa.

El funcionario sostuvo, que el banco central estadounidense debería haber prometido mantener las tasas cerca de 0% hasta que el desempleo bajo el 5.5%, siempre y cuando los riesgos de inflación y estabilidad financiera sigan contenidos.