(Reuters) El presidente de Brasil, Michel Temer, dijo que su Gobierno ofreció “todo lo que pudo” para mitigar la resistencia de los legisladores a un proyecto de ley de reforma del sistema de pensiones, clave para reequilibrar las presionadas finanzas del Gobierno, según una entrevista publicada el sábado.
El Gobierno de centroderecha de Temer, que asumió su mandato el año pasado con la promesa de lidiar con el enorme déficit del Gobierno brasileño, propuso cinco concesiones a los congresistas el viernes, ante señales de resistencia entre legisladores por la impopular reforma.
Entre ellas figuran la flexibilización de las reglas sobre la transición al nuevo sistema y para trabajadores rurales, pensiones para policías y profesores, además de beneficios para los ancianos y discapacitados.
Resistencia
Temer dijo al diario Folha de S. Paulo que no cederá sobre el punto central de la legislación, que es la introducción de una edad mínima para la jubilación. Aunque el Gobierno busca una edad mínima de 65 años para los hombres, podría discutir la reducción de la edad para las mujeres, si fuera necesario, dijo el mandatario.
“Si establecemos la edad mínima para hombres en 65, y 64 o 63 para las mujeres, no significaría un gran cambio”, comentó Temer, quien agregó que una edad diferente para las mujeres aún no está en discusión.
El plan de pensiones, presentado al Congreso el año pasado, apunta a reducir el creciente déficit en el generoso sistema previsional de Brasil para resguardar los derechos garantizados en la Constitución de 1988. Requeriría que los trabajadores estén empleados más años para acceder a beneficios completos.
Representantes de prensa en el palacio presidencial confirmaron a Reuters el contenido de la entrevista publicada por Folha de S. Paulo.