Casi cien años atrás, durante la década de los veinte, el río Rímac llegó a un caudal de 600 m3/s. Y bueno, el Puente Trujillo sigue intacto. El 2017, su máximo es de 116 m3/s.
De hecho, el caudal del Rímac ni siquiera supera los 200 m3/s de 1998, pero el Puente Solidaridad ya se desplomó, y su gemelo, el Libertador, corre riesgo de caerse.
Según el Manual de Puentes del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (2003), el diseño de un puente sobre un río debe considerar los caudales históricos del afluente, apuntó el diario El Comercio.
Es decir, debe estar diseñado para soportar una corriente similar a la peor durante los últimos cien años.
En el caso de la socavación del terreno, se debe calcular con niveles históricos de hace 500 años.
Asumiendo que todo estuvo en regla con la inversión de S/ 3.8 millones para el puente Solidaridad. ¿Por qué se cayó?
El alcalde de Lima asegura que la naturaleza le ganó a la ingeniería.