El mercado de la Unión Europea equivale a un 19% de las exportaciones no tradicionales en Perú, así que en un primer momento, la salida del Reino Unido obligará a revisar a la baja la tasa de crecimiento de la Unión Europea, reduciéndose un importante mercado de destino de nuestras exportaciones.
“El Brexit generará posiblemente que el precio de los commoditites (materias primas) caiga, asimismo, habrían presiones hacia una apreciación global del dólar y depreciación de las monedas emergentes como Perú, con lo cual aparte de la mayor volatilidad financiera, la devaluación impactará incrementalmente sobre la inflación local”, señala Kurt Burneo.
La incertidumbre global también tendrá impacto sobre las expectativas de crecimiento local, demandando un mayor cuidado en el manejo de nuestra economía.
“Con el Brexit se aleja la posibilidad de mayores rentas fiscales originadas por nuestras actividades extractivas. Aunque mejoremos en la gestión de nuestras políticas públicas, vamos a requerir de una gestión macroeconómica (y de todo el Estado) más sofisticada y mejor preparada para eventuales embates importados”, advierte Oscar Schiappa-Pietra.
Por su parte, César Álvarez recuerda que si bien tenemos buenas expectativas económicas para este año (con un crecimiento del PBI estimado en alrededor del 4%), en el caso peruano ya tenemos dos crisis: la institucional (Estado Poroso) y la política (crisis de los sistemas políticos representativos).
“Con el cambio de gobierno para el próximo 28 de julio se espera que la nueva gestión asuma los retos que presenta afrontar estas crisis, tiene la oportunidad de iniciar el verdadero despegue de la nación, el anuncio de destrabar los proyectos por lo pronto es un buen augurio”, menciona.
Impacto para el Reino Unido
Según estimados del Instituto Británico para Investigación Social y Económica (NIESR), la salida del Reino Unido de la zona euro según podría generar que la libra se deprecie entre 15-20%, pudiendo llevar la inflación hasta el 5%.
“Tendrán un menor poder adquisitivo, lo mismo con su consumo agregado y demanda, afectando a sectores diversos como construcción, en tanto el mayor costo de vida reduciría flujos migratorios y así la mano de obra disponible, este encarecimiento de proyectos afectara la inversión sectorial, en proyectos tan emblemáticos como el Crossrail”, explica Kurt Burneo.
El investigador de Centrum Católica explica también que en lo mediato se generan tres problemas:
- La pérdida de los denominados “pasaportes”, que permiten a bancos y fondos operar en cualquier país de la Unión Europea desde sus filiales en Londres. Ahora las entidades británicas deberán establecer una nueva base de operaciones en otra ciudad de la zona euro.
- El Banco Central Europeo (BCE) podría cambiar la regulación, de modo que las operaciones de compraventa de activos en euros en los mercados deban de ser liquidadas en una cámara de compensación dentro de la zona euro.
- La credibilidad sobre el Reino Unido caerá y deberá pasar regular tiempo para que la recuperaren, ya que tendrá que iniciar una serie de negociaciones de nuevos tratados de libre comercio bilaterales.
Impacto en el mundo
Para Schiappa-Pietra “el Brexit constituye una desastrosa noticia para toda la comunidad global”, ya que agrega incertidumbre al comportamiento de los mercados a nivel global y en América Latina “coadyuva a retrasar las posibilidades de mejora en los precios de nuestras materias primas”.
El cuestionamiento del Paradigma de Integración y la Globalización es uno de los principales pasivos que trae el Brexit, según César Álvarez. La rápida incorporación de los países del Este a la Unión Europea habría jugado en contra del bloque, ya que venían de un modelo comunista y requerían un tránsito más lento y estudiado hacia el capitalismo.
“A la gran crisis se agrega en Europa la combinación de tres crisis, con sus matices diferenciales por países: las crisis institucionales, las sociales y las económicas”, explica.
La crisis institucional estaría reflejada en una Unión Europea burocratizada y cada vez más desconectada de las demandas de sus sociedades, lo que deriva en una crisis social y de sistemas políticos representativos, originando corrientes de migraciones y malestar en las sociedades receptoras. La crisis económica habría venido a desbordar las demandas de esas poblaciones y el Brexit aprobado en el referéndum no sería más que una muestra de los problemas por los que atraviesa Europa.