Daniel Sarfaty
Editorialista
@danielsarfaty

El viernes, el Congreso aprobó en forma definitiva el proyecto de ley que reduce el Impuesto a la Renta de tercera, cuarta y quinta categoría., con lo que a partir del próximo año entrará en efecto el nuevo régimen tributario.

Esta medida –la más importante que introdujo el MEF en todo el año- debe ayudar a la economía a recobrar la fuerza que le faltó este año, incentivando la inversión privada y fomentando la formalización.

Paralelamente, el Congreso también aprobó el régimen laboral especial para los jóvenes de entre 18 y 24 años. La iniciativa es interesante porque toma a un grupo demográfico particularmente afectado por la falta de empleo formal y menos vulnerable a la inestabilidad laboral. Si este esquema funciona para mejorar la formalización y empleabilidad de los jóvenes, entonces habría que transformarlo en el régimen estándar. Lamentablemente, todavía han quedado pendientes varias medidas de flexibilización laboral que, esperemos, se resuelvan en el transcurso de la próxima semana.

El IGV interno –uno de los indicadores más confiables de la economía- mostró un retroceso de 0.3% en el mes de noviembre, recordándonos que todavía no salimos de la desaceleración y que el proceso será más largo y tortuoso de lo pensado. Mucho dependerá de los resultados de diciembre.