La Superintendencia de Banca, Seguros y Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones (SBS) dispuso hoy la disolución y el inicio del proceso de liquidación de la Derrama de Retirados del Sector Educación (Derese) al haber vencido el plazo de intervención de la entidad sin que se haya presentado un plan de reestructuración que cumpla con la normatividad vigente.
Como consecuencia del proceso de liquidación iniciado mediante la Resolución SBS N° 134-2016 de fecha 11 de enero de 2016, la Derese en Liquidación deberá disponer de manera inmediata el cese de los descuentos por aportes para las derramas de los asociados, quedando vigente solo los descuentos por pagos de los créditos pendientes.
Asimismo, en los próximos días la Derese en liquidación informará a los asociados y público en general sobre el procedimiento que se seguirá para el pago de las obligaciones de la entidad, el que se realizará a través del Banco de la Nación y conforme al orden de prelación establecido en la normatividad vigente.
Cabe precisar que mediante Resolución SBS N° 6167-2015 de fecha 12.10.2015, la SBS decretó el Régimen de Intervención de la Derese al haber incurrido en estado de insolvencia, el que fue ampliado mediante la Resolución SBS N° 7186-2015 y cuyo vencimiento ocurrió el pasado 10.01.2016.
Dicho régimen establece que cuando menos el 30% de los afiliados y beneficiarios de la entidad intervenida presenten un plan de reestructuración o repotenciación.
Sin embargo, si bien dentro del régimen de intervención se han recibido, hasta en dos oportunidades, tres propuestas para la reestructuración o repotenciación de la entidad, dichos planes no contenían los elementos necesarios para ser viables desde el punto de vista económico y financiero, independientemente de lo cual no observaron las formalidades previstas en la legislación.
Cabe resaltar que este régimen de liquidación dispuesto por la SBS, en estricto cumplimiento del marco legal vigente, tiene como objetivo primordial resguardar los intereses de los asociados de la Derese, debido a que su situación de insolvencia y la ausencia de planes de reestructuración viables representaban un riesgo relevante en cuanto a la materialización de los beneficios ofrecidos a los asociados por sus aportes mensuales.