El Senace explicó que actualmente está en etapa de evaluaciones 10 Estudio de Impacto Ambiental (EIA) y modificaciones a los EIA de diversos proyectos mineros, eléctricos y petroleros, que representan una inversión cercana a las US$ 2,000 millones.

Patrick Wieland, jefe de la entidad, dio cuenta que entre estos proyectos se ubican la Central Térmica Atocongo, la Central Térmica de Iquitos y su línea de transmisión de 60 Kv, el reaprovechamiento de relaves en la Unidad Minera San Rafael, la Mina Animón, la línea de transmisión de 220 Kv de la central Huallaga, entre otros. (Ver tabla)

“Lo último que ha ingresado ha sido de Marcobre (Minsur). El procesos de evaluación toma alrededor de siete meses, por lo que este año de todas maneras el resultado se tendrá lista la evaluación de estos proyectos”, apuntó el funcionario.

En otro momento, dio cuenta que actualmente hay dos proyectos de infraestructura que ya presentaron sus términos de referencia paso previo para la modificación de su EIA. Estos son la ampliación del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez y el terminal portuario de San Martín en Pisco.

“Ambos han presentado al Senace sus términos de referencia. En los próximos meses pueden venir – en infraestructura – proyectos de Provías, la modernización de la terminal portuario de Salaverry, entre otros”, mencionó.

Wieland detalló que este mes deberían aprobarse los términos de referencia de las modificaciones a los EIA tanto del Jorge Chávez como de San Martín, y luego del cual tienen varios meses para presentar su EIA. “Una vez que ellos hagan su EIA, lo presentan al Senace y tenemos hasta siete meses para emitir un resultado”, afirmó.

Cambios en los EIA
Wieland detalló que su despacho viene trabajando en un nuevo modelo para la presentación de los EIA que sea más expeditivo y eficiente y menos enciclopédico y difícil de entender como actualmente son estos documentos. La meta es que este nuevo modelo esté listo en agosto y empiece a funcionar plenamente a partir del 2018, para los nuevos EIA que se presenten desde entonces.

“Este un proyecto ambicioso de la institución que es ofrecer un modelo analítico de gestión ambiental, que ya no busque estos EIA muy voluminosos y ajenos de entender, que no responden a las preguntas más relevantes de evaluación ambiental y pasar a un EIA más analítico. Este proceso toma ocho meses y lo estamos realizando con el Cooperación Canadiense. En concreto, buscamos una nueva estructura y metodología para los EIA”, afirmó.

¿Se busca reducir plazos con esta iniciativa? Al respecto el titular del Senace aclaró que con este cambio no se buscar reducir plazos, sino que la evaluación sea más rigurosa. “El plazo de siete meses para evaluar un EIA nos parece apropiado”, dijo.

Para graficar la situación actual, el funcionario detalló – citando un ejemplo de un EIA – que el 70% del citado documento correspondía a la línea base y apenas el 3% a planes de manejo ambiental, cuando la población quiere saber qué impactos va generar determinado proyecto y cómo se va mitigar. “Ello ocupa apenas el 3% de los EIA. Nosotros queremos que cambié esa figura”, mencionó.