En el marco de las facultades legislativas, el Gobierno dispuso que desde el 2017 el Impuesto a la Renta de tercera categoría subirá de 28% a 29.5%, mientras que el IR al reparto de dividendos bajará de 6.8% a 5%.
Al respecto, Arturo Tuesta, socio lider de TLS de PwC, refirió que ello generará que la tasa de impuesto efectiva cobrada a las empresas, es decir, producto de la combinación de ambas tasas, suba del actual 32.87% a 33.02%.
Este incremento resulta marginal, pues el principal objetivo de la medida es compensar la anunciada baja del IGV desde el 2017, refirió Tuesta.
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En ello coincidió el abogado tributarista Jorge Picón. Explicó que si bien la tasa de impuesto efectiva resulta bastante similar, los cambios permitirán al Gobierno recaudar más desde enero del 2017, a cuenta del 29.5% de IR que se cobrará a las empresas.
“Con la medida se elevan los pagos a cuenta mensuales que se recibirán a partir de enero del 2017 (29.5%). A las empresas les están diciendo: págame más cuando generes la renta y menos luego, cuando distribuyas la renta (5%)”, refirió Picón.