(Bloomberg).- Las autoridades venezolanas encontraron la forma de reducir las largas colas generadas por la escasez en los supermercados estatales: prohibiendo el acceso a la mayoría de los que tratan de hacer cola.
Para acortar las filas, la policía comenzó ayer a aplicar una directiva de la administración del presidente Nicolás Maduro que limita a dos días semanales las compras de los consumidores en las tiendas de alimentos estatales, dijo Alejandro Milano, coordinador de la Misión Alimentaria de Venezuela.
Miles de personas hacían cola la semana pasada frente a los negocios dado que una escasez aguda de divisas ahondó los déficits de todo, desde el azúcar hasta el champú. La crisis llevó a la ministra del Interior Carmen Meléndez a desplegar las fuerzas policiales para garantizar el orden.
“¿El documento de identidad para comprar comida?” dijo José Gómez, un electricista de 32 años, después de haber sido echado del mercado de alimentos Bicentenario en el centro de Caracas. “Supongo que tendré que pasar hambre hasta el viernes”.
La policía no dejó entrar a muchos compradores conforme un nuevo sistema que limitó el acceso a las tiendas basado en el último dígito de una tarjeta nacional de identificación de comprador. El servicio de Inmigración de Venezuela, SAIME, también verificó los documentos de los compradores extranjeros para confirmar su residencia legal.
“Se acabaron el contrabando y las largas colas”, dijo Milano, de 37 años, que supervisaba la seguridad en la tienda estatal Bicentenario en el centro de Caracas. “Este es un sistema mucho más justo”.
‘Mejor demostración’
El Regulador de Seguridad de los Alimentos, Carlos Osorio, dijo que durante el fin de semana el gobierno distribuyó productos básicos como leche, arroz y pastas a más de 4,000 personas en un mercado de alimentos estatal en el centro de Caracas.
“Si no hubiera alimentos en Venezuela, no habría estas colas que vemos aquí”, dijo en la televisión estatal. “No podríamos tener tanta gente reunida en estas instalaciones. Es la mejor demostración que podemos tener”.
Pese a haber reconocido que escasean muchos productos básicos, Maduro dice que la escasez es producto de una guerra económica librada por los opositores que tratan de destituir al gobierno socialista.
Largas colas seguían formándose ayer frente a los almacenes privados, donde el acceso no estaba restringido.
Ricard Pérez, de 42 años, asistente contable, esperaba con otras cientos de personas frente al puesto de venta Central Madeirense en el este de Caracas con la promesa de que había llegado el café. “Es exasperante, pero es la única forma de conseguir comida en Venezuela”, dijo Pérez.
Henrique Capriles, dos veces candidato presidencial de la oposición, criticó ayer al gobierno en un comunicado por la escasez persistente y las largas colas.
“Es hora de que el pueblo se despierte para hacer respetar sus derechos”, dijo Capriles. “Este es el momento de expresar la indignación que sentimos y el gobierno no tiene derecho a impedirlo”.