(Bloomberg) El crédito más arriesgado del mundo se volvió aún menos seguro después de que S&P Global Ratings hundió más la calificación de Venezuela en terreno chatarra conforme la economía desciende en medio de la tensión política.
S&P redujo la calificación de Venezuela en moneda extranjera y local a largo plazo a CCC-, o tres escaños por debajo del grado de inversión, desde CCC.
La compañía con sede en Nueva York mantuvo su perspectiva negativa para Venezuela, indicando un margen para nuevas rebajas. Fitch Ratings y Moody’s Investors Service también clasifican al país a niveles especulativos.
“Los acontecimientos recientes han aumentado el riesgo de default, incluso a través de un canje de deuda que consideraríamos como un canje problemático, en los próximos seis meses, sin una mejora significativa prevista en las condiciones económicas y políticas de Venezuela”, escribieron los analistas de S&P liderados por Manuel Orozco.
La especulación sobre un default venezolano está aumentando a medida que las reservas internacionales caen en medio de protestas contra el gobierno y el esfuerzo del presidente Nicolás Maduro por reescribir la Constitución.
La probabilidad implícita de que el país incumpla un pago en los próximos 12 meses aumentó a 56% en junio, según datos de seguros contra cesación de pagos compilados por Bloomberg.
Ese es el nivel más alto desde diciembre. Las probabilidades de un evento de crédito durante los próximos cinco años aumentaron a 91 por ciento el mes pasado.
Maduro, que ha enfrentado tres meses de violentas protestas que han dejado decenas de muertos, ha reducido drásticamente las importaciones de alimentos y medicinas para conservar el dinero necesario para pagar a los tenedores de bonos con la caída de los precios y la producción de petróleo.
Eso no ha detenido una caída en las reservas, lo que suele ofrecer a los inversores un cierto grado de seguridad de que el gobierno evitará el default en el corto plazo. Los recientes acuerdos para proporcionar liquidez al gobierno solo han dado lugar a alzas menores que han desaparecido rápidamente.
S&P dijo que espera que la economía de Venezuela se contraiga por lo menos 6% este año. Se estima una inflación de 950% en el 2017, en comparación con 500% del año pasado.
Los bonos de referencia de Venezuela denominados en dólares, que vencen en el 2027, cayeron 1% a 49.79 centavos de dólar el martes, la mayor cantidad en casi un mes.
El país se enfrenta a pagos de capital e intereses de más de US$ 5,000 millones en el resto del año, aunque no necesita pagar grandes cantidades antes de octubre.
“La incapacidad de introducir medidas correctivas sustanciales para estabilizar la economía, aliviar la escasez y revertir el reciente crecimiento de la polarización política podría llevar a un empeoramiento de la liquidez externa y el default de la deuda”, dijo la compañía.