Oswaldo Sandoval tiene una enorme lista de retos para Endeavor, la organización sin fines de lucro está a la caza de talento empresarial. El ejecutivo no suele hablar mucho, admite. “Pero necesitamos que nos conozcan”, afirma la cabeza del Grupo Sandoval.
“Hay países donde las empresas se presentan, nosotros las tenemos que salir a buscar”, añade desde el noveno piso de su oficina de San Borja. Luego hace una pausa, y señala que en Chile la organización está tan consolidada que cuando se habla de emprendedores se asocia de inmediato con Endeavor. “A eso quiero llegar aquí”.
¿Pero qué es Endeavor ? ¿Qué y a quiénes buscan? ¿Qué hacen, qué dan? Son muchas preguntas y Sandoval está llano a despejar cada una de las dudas del programa que -admite– le ocupa más tiempo del que debería.
Vamos por partes
Endeavor es una organización con sede en Nueva York que identifica, escoge y promueve el desarrollo de lo que llaman emprendedores de alto impacto, señala Sandoval. Es decir, no están a la caza de compañías que recién comienzan, sino de las que al menos tienen tres años operando y que en ese tiempo tuvieron un crecimiento de 20% en empleo, por año. Es un indicador relevante, afirma, como los US$ 2 millones de ingresos.
Hace solo unas semanas, desde su oficina, Sandoval contactó a uno de los postulante a ser un emprendedor de Endeavor con un el CEO de una compañía árabe. Fue una conversación corta, pero de gran contenido para la compañía peruana.
Meses atrás, una cadena, esta vez dedicada al rubro de jugos, recibió la asesoría de Julio Luque, de Métrica. En realidad le hicieron todo el plan de marketing. “Fue como un sueño para sus socios”, afirma.
Solo este año ha habido reuniones en México, Bogotá y San Francisco, en que se junta a empresas que postulan a ser parte de la red de Endeavor, como otras que ya lo lograron con inversionistas. “Los inversionistas quieren escuchar. Allí salen financiamientos”, añade.
¿Qué ofrece entonces la organización? Capital, financiamiento, acceso a mentoría de alto impacto, contactos, asesoría e incluso socios. “No se olviden, la organización está en 25 países y hay más de 700 empresas Endeavor en el mundo”.
Sandoval ahora saca de su librero el último reporte de Endeavor ubica la página 29 y allí aparecen un cúmulo de círculos multicolores. Allí aparecen los nombres de las compañías con las que Endeavor comenzó hace 23 años. Esas empresas se conectan con otras tantas, unas líneas aparecen en el gráfico. Es un ecosistema que primero se inicia en el país para luego cruzar fronteras.
“Esto es lo que yo quiero crear en el Perú: que una compañía tenga relación con otra, con la de acá y con la de más allá. Hay que ayudar a crecer a ese empresas”. Esta es la tesis del círculo virtuoso que esta mañana pálida ensaya Sandoval. ¿De este ecosistema que sale?, se pregunta y de inmediato se responde: crecimiento empresarial, puestos de trabajo, relación con proveedores. Al final se aporta al desarrollo económico del país.
Llegamos a Perú
En el año 2008, Sandoval fue contactado por un emisario de Endeavor. El plan era traer el programa al país. Pero justo tuvimos un bache en la economía.
Recién en el 2013, finalmente, la pudieron traer, luego de que asegurara el concurso de doce empresarios. Aquí fue fundamental el papel de Carlos Rodríguez Pastor.
Cada uno de los miembros del directorio está comprometidos a hacer un aporte económico durante cinco años. El plan es que luego, como sucede en sus pares del mundo, se autofinancie con el aporte de las empresas que califiquen como compañías de Endeavor.
“Yo comencé hace 46 años, y ojalá hubiera tenido un modelo como el de Endeavor”, señala divertido. Aunque su plan es cerrar el año con seis empresas peruanas dentro de la red de Endeavor.
El proceso de selección
Además del directorio, la organización cuenta con un staff permanente. La cabeza de este equipo es Ana Sofía Valdivia. Ese staff es el encargado de seleccionar a las empresas que buscan ser parte de esta red y de administrar los servicios que se le van a dar. La selección este año estuvo entre 170 postulantes.
Luego de la selección, los candidatos pasan a una entrevista con dos mentores, todos ejecutivos de primera línea. Todo el proceso se hace bajo los estándares que llegan de Nueva York, sede principal de Endeavor.
El siguiente paso es la organización de un panel (se hacen seis al año) que se realiza seis veces al año. La próxima semana habrá uno para dos empresas que postulan.
Este panel es un paso previo al panel internacional en que las empresas postulantes llegan para exponer sus iniciativas a un jurado de seis personas. Para calificar hay que lograr el consenso de esa mesa, conformada por ejecutivos de algunas de las compañías más grandes del mundo.