Calme la mente para evitar la toma de decisiones impulsivas
Prudencia. Los líderes son elogiados por su capacidad para tomar decisiones rápido. Pero no le conviene que pensar rápido se convierta en actuar precipitadamente. Una forma de evitar esto es crear un breve espacio entre un evento y su respuesta. Postergar la reacción incluso un segundo puede salvarlo de tomar una decisión impulsiva e irracional. Así que dé un descanso a su mente.
Desactive las notificaciones en su teléfono y computadora portátil y deje de hacer varias cosas a la vez, lo que mantiene a la mente ocupada y reactiva.
Incentivos: Premie colectiva e individualmente a su equipo
Estrategia. ¿Cómo fortalecer la identidad de su equipo? Premie el comportamiento que promueva los objetivos del grupo, en lugar de a individuos. Ofrezca a su equipo bonos, reconocimiento, aumentos de sueldo y oportunidades con base al desempeño de todo el grupo.
Para evitar el oportunismo, los premios individuales deben darse a personas que hagan aportes importantes al éxito del equipo. Esto recompensa a los miembros indispensables del equipo (los héroes olvidados que aumentan el éxito del grupo). Combinar premios individuales y colectivos asegura que los miembros se sientan alentados y motivados para perseguir los objetivos del equipo y ayudarlo a que tenga éxito.
Reconozca cuando esté repitiendo un mal hábito
Mejoras. Cuando está sentado en su oficina teniendo que preparar una presentación abrumadora y en lugar de hacerla sigue mirando su bandeja de entrada, no necesariamente se debe a que sea malo priorizando.
Pudiera ser que esté ejecutando una respuesta profundamente habitual y ensayada ante la ansiedad, ineptitud o miedo. La clave para cambiar este tipo de hábitos es identificar la naturaleza de los momentos que provocan la respuesta ineficaz. Si puede identificar las circunstancias que provocan que actúe de formas que llevan a malos resultados, habrá achicado el tamaño de su problema.