Haciendo el trabajo sucio: Desvincular a un subalterno

El proceso no tiene por qué ser un dolor de cabeza. Una comunicación clara es importante.

Usted tiene algunos años trabajando con un colaborador que ha tenido un bajo desempeño, y se ha tomado la decisión de despedirlo. El susodicho no se imagina que esta tarde usted lo llamará, le dará la mala noticia y tendrá también que hacerle saber que su último día de trabajo será precisamente hoy. Usted preferiría que sea otra persona quien tenga que comunicárselo, pero usted es el jefe directo. Tiene ya listos todos los documentos de rigor que el desafortunado empleado debería de aceptar firmar: contrato de mutuo disenso, liquidación con bono por despido, cheque, certificado de trabajo y hasta la carta para que pueda retirar su CTS del banco. ¿Cómo empezar la conversación? ¿Y si le pide una última oportunidad?

El porqué de las decisiones
El despedir a alguien es una de las decisiones más difíciles que se deben tomar y ejecutar, pero generalmente son decisiones producto de un profundo análisis y reflexión. El comunicar un despido masivo o por falta grave será siempre incómodo, pero habrá seguramente razones poderosas para justificar la decisión. Los despidos más difíciles de justificar suelen ser los relacionados con un bajo desempeño.

La justicia en las empresas significa ser equitativos, en el tipo, en la magnitud de los recursos que se distribuyen y cómo estos se distribuyen, lo que se aplica también hacia sanciones y penalidades. Para evaluar la justicia, los colaboradores primero comparan lo que han aportado con relación a lo que han obtenido, pero también con lo que han aportado y obtenido otros. Luego, un colaborador despedido deberá de tener claro por qué ha sido él.

La percepción de justicia
Si un colaborador ha sido despedido por bajo desempeño pero siente que la decisión no es justa, se irá deteriorando, a su vez, la confianza de otros colaboradores hacia la organización si la injusticia es fuerte y el afectado se queja.

Se trata de que el colaborador despedido haya tenido oportunidades de mejora y que un sistema formal soporte en alguna medida la decisión, en base a políticas, estándares, acuerdos de desempeño e indicadores.

Profesor César Antúnez de Mayolo Universidad del Pacífico

TAGS: empresas, empleo

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