(Bloomberg Business).- Bueno, quizá no su vida. Pero sí su reputación con la gente de buen gusto.
Helvética, la letra favorita de última moda para las marcas y los fanáticos de la tipografía, es la configuración de letra básica en el Apple Mail. Gmail opta por Arial, una letra que un diseñador definió como “el hijo bastardo y feo” de Helvética. Si el navegador no es compatible con Arial, Gmail utiliza a cambio Helvética.
Aunque amada por los fanáticos del diseño por su neutralidad, la uniformidad de Helvética y la ausencia de un espaciado consistente hacen que resulte difícil de leer en fragmentos grandes de texto. “Tiene las letras muy juntas”, dijo Nadine Chahine, diseñadora de tipografía en Monotype. “Es demasiado abigarrada”.
Arial, al igual que Helvética, tiene lo que los diseñadores tipográficos denominan formas de letras “ambiguas” que dificultan analizar muchas palabras en una hilera. “Si pensamos en b, d, p, y q, son formas de letras que todos los niños confunden. Son formas especulares entre sí”, dijo el diseñador tipográfico Bruno Maag. “Esa característica se ve acentuada en un tipo de letra como Arial, donde las formas son literalmente figuras en espejo”.
En Arial, la b y la d se reflejan y el espacio entre la h y la e en Helvética es levemente más grande que entre la t y la i. Quizá parezcan matices, pero ambas hacen que las palabras resulten más difíciles de leer cuando están envasadas en largos tramos de texto y leemos una gran cantidad de correo electrónico.
Y eso es lo que hacemos. Los estadounidenses en actividad pasan casi un tercio de la semana laboral chequeando y leyendo correo electrónico. En una semana de 40 horas, eso representa más de 11 horas semanales leyendo comunicaciones online en tipos de letras que no les están haciendo ningún favor a sus ojos.
Los “clientes” de correo electrónico –los programas que se usan para chequear el correo electrónico, como Gmail, Apple Mail y Outlook- tienden a preferir las tipografías sans serif, donde las letras no tienen trazos terminales, como Helvética, Arial, y Calibri, la letra por defecto de Microsoft Outlook. (Gmail, Outlook y Apple Mail son los tres clientes más populares del correo electrónico de escritorio, según constató un estudio que abarcó más de 1,000 millones de correos electrónicos.)
La clave de una buena tipografía es la legibilidad, una combinación de velocidad, comprensión, comodidad y una suerte de aceptación emocional de la letra. La forma que éstas tienen, los espacios entre ellas y los espacios en el interior de las letras propiamente dichas determinan la facilidad de lectura.
“Cuando leemos, no leemos letra por letra”, dijo José Scaglione, que diseñó Literata, la letra personalizada para los libros de Google Play. “Reconocemos un grupo de letras y reconocemos la interacción que existe entre el blanco y el negro”.
Bookerly, la nueva tipografía diseñada por Maag para Kindle, es un tipo ‘serif’, que muchos consideran mejor para leer bloques largos de texto, aunque hay mucha discusión e investigación en conflicto sobre sus méritos con respecto a ‘sans’, su contraparte. “La forma de cada tipo es totalmente única”, dijo Maag refiriéndose a Bookerly. “Crea una forma de palabra armónica y variada”. Según testeos internos realizados por Amazon, Bookerly se lee un 2 por ciento mejor que letras anteriores en cuanto a velocidad, comprensión y aceptación emocional, dijo Maag.
Quizá sea tiempo de que los clientes de correo electrónico cambien las configuraciones de base. “Estoy convencido de que las empresas pueden mejorar la vida de la gente especificando mejores tipos de letras, lo cual tiene naturalmente un efecto en la manera de leer los correos electrónicos”, dijo Maag.