(Tomado de Diario Expansión de España)
En una empresa existe un tema que siempre está sobre la mesa: ya sea en todos o algunos colaboradores, siempre existe un grupo de empleados que se siente merecedor de un aumento.
Ante esta demanda, muchas empresas se plantean cómo seguir motivando a sus trabajadores ante un escenario que no les permitirá subir sueldos, pero que les dará cierto margen de maniobra en sus cifras de negocio.
Más allá del aumento
Para conseguirlo, los expertos aconsejan recuperar, por ejemplo, un concepto que con la crisis se abandonó: el incentivo variable.
Se trata de premiar a los empleados que consiguen sus objetivos. No tiene que ser económico, puede ser otro concepto como un viaje. Es una forma de hacer que la compañía crezca con empleados comprometidos.
Otra manera de motivar a los empleados en una época en la que no se puede subir el sueldo es hacer partícipe a todos de las decisiones de la compañía. “Se trata de incentivar las iniciativas de los trabajadores y dejar que ellos decidan”, afirma Ceferí Soler, profesor de gestión de Esade Business School.
¿A qué hora llegas?
La flexibilidad horaria es una política de conciliación muy demandada por los trabajadores que así pueden manejar temas personales y de trabajos extras.
La mitad de los trabajadores demanda una subida de sueldo. Ante eso, el desarrollo profesional también es una solución que los trabajadores aceptan ante la imposibilidad de que su empresa afronte un aumento en el corto plazo.