(Bloomberg) Evan Hakalir, un autodenominado optimista, le ve un buen futuro a su empresa de 12 empleados, que fabrica indumentaria infantil. Con todo, el clima político incierto lo fastidia.
“La gente está muy enfrascada con la política y contiene la respiración mientras espera a ver qué sigue”, dijo Hakalir. Él trata de no permitir que sus inquietudes lo estorben en la operación de Andy & Evan, cuyas ventas minoristas ascendieron a cerca de US$ 12 millones el año pasado.
Un nuevo informe revela que muchos dueños de pequeñas empresas están en la misma: tratan de mantenerse optimistas pero posponen decisiones audaces en un escenario sociopolítico que cambia constantemente.
La mayoría de los dueños de pequeñas empresas dijo que anticipa que su situación financiera mejore en los próximos seis meses, según el Small Business Growth Index de Capital One, publicado este martes.
Pese a ese optimismo generalizado, unos dos tercios de los dueños de pequeñas empresas dijeron que no planeaban realizar contrataciones, aumentar su gasto en marketing o invertir en nuevas tecnologías en el futuro cercano.
La mitad de los 500 emprendedores entrevistados para el índice en los últimos dos meses dijo que proyecta que sus empresas se vean afectadas por reformas impositivas; el 22%, por aumentos del salario mínimo; y el 9%, por reformas inmigratorias.
Aunque en líneas generales los dueños de pequeñas empresas no están dándose prisa en gastar, los más jóvenes de este grupo están más dispuestos a invertir dinero en sus empresas. También son los más entusiasmados por el futuro de sus compañías.
El índice detectó que el 72% de los millennials, definidos como las personas de 21 a 35 años, es optimista respecto a su perspectiva financiera para los próximos seis meses, en comparación al 53% de la Generación X y el 49% de los baby boomers.
Esa tasa elevada de optimismo los vuelve un poco más propensos a gastar: cerca del 42% de los millennials planea poner más dinero en marketing, en comparación a un 30% de las demás generaciones.
Miedo
Para dueños de pequeñas empresas de todas las edades, una perspectiva alegre para el futuro no mitiga el miedo.
“Siguió aumentando el optimismo, pero también sabemos que hay mucha consternación e incertidumbre respecto a lo que ocurra ahora”, dijo John Arensmeyer, máximo ejecutivo de Small Business Majority, una organización nacional de promoción. “Se sienten optimistas, pero no están invirtiendo”.
En su índice, la National Federation of Independent Business también concluyó que el optimismo entre los dueños está creciendo mucho, lo cual este lobby de pequeñas empresas lo atribuye al entusiasmo poselectoral. Hasta ahora, ese optimismo es resultado de las expectativas, no de cambios en las políticas.
“Si no se transforma en cambios de verdad en las políticas que alivien parte de las presiones de costos y tiempo que están restringiendo el potencial de crecimiento de las pequeñas empresas, seguiremos observando lentas mejorías en la economía de las pequeñas empresas”, dijo Holly Wade, directora de investigación de la federación. “Tienen que cumplir esas promesas”.