La creatividad laboral u organizacional será una de las claves en la empresa para mantener ventaja sobre la competencia, ya que lo único que las diferenciará será “quién logra tener la mejor idea”. “No será quién hace plata o produce más”, afirmó Giacomo Verme, gerente general de la consultora Humanitae.
Pero Verme también explica que este concepto hay que entenderlo con cuidado. “Es un oxímoron porque la creatividad es muy difícil que se dé normada […] Las normas son las que evitan que seamos creativos. La organización en sí esta normada”, apuntó.
¿Cuál es la solución a esto? “Lo que se trata de hacer cuando quieres trabajar creatividad en una empresa es flexibilizar un poco las reglas para que la gente esté incentivada a equivocarse”, respondió Verme. Esto podría generar dudas y confusión en el trabajador –advierte– e incluso puede cuestionarse, viendo su manual de trabajo, “¿en qué momento me toca crear?”
Prueba y error
Para evitar malentendidos en una empresa que se propone ser “creativa”, hay que pensar en que la prueba y el error tienen un costo.
“Tienes que ser sumamente tolerante. Si estás dispuesto a crear, estás dispuesto a invertir en la creación. El proceso creativo no termina en la idea, sino en el producto […] La tolerancia que puede haber al error creativo tiene que ser lo que la empresa ha decidido gastar en él”, detalló el ejecutivo.
Ahora, ¿quiénes tendrán esa ‘mejor idea’ en una empresa? Verme explica que una práctica usual es formar un “equipo de gente para ser creativos”. Juntar a personas que comparten la misma especialidad resultará en que todos piensen lo mismo, diseñen y creen lo mismo. “Que tengan una idea nueva es bien complicado –explicó– lo mejor es que sea multidisciplinario, con gente de ‘diferentes mundos’”.
“Tú te imaginas que un gerente llegue a trabajar y le diga al gerente adjunto: ‘Jefe, ¿se acuerda del problema del viernes? Ya lo solucionamos y hemos dado unos pasos más adelante para crear más’”, dijo Verme. Ahí estaría la ventaja competitiva del futuro empresarial.