(Bloomberg).- Connor Reyer se rindió después de más de un año de buscar trabajo en su campo de elección, los recursos forestales, luego de graduarse en la Universidad de Georgia en Athens y finalmente en febrero optó por aceptar un puesto en la recepción de un hotel por el que cobraba US$ 10 por hora.

El hecho de que los graduados universitarios quedaran relegados a puestos que no requerían título antes se consideraba un perjuicio temporal para los jóvenes que habían tenido la mala suerte de recibirse en torno a la época de la profunda recesión de 2007-2009. Sin embargo, millones de estadounidenses como Reyer siguen sufriendo las mismas dificultades.

Alrededor del 44% de los graduados universitarios recientes tenía un trabajo que no requería título en el último trimestre de 2016, porcentaje no muy distante del pico de 46% del 2013, mientras que la proporción de ese grupo en puestos de bajo salario se ha mantenido estable, mostraron los datos del Banco de la Reserva Federal de Nueva York el miércoles.

Esto es una señal de que el mercado de trabajo del país no goza de plena salud, pese a que se pronostica que la tasa de desempleo permanecerá en 4.7% en marzo, cerca de la más baja en casi una década.

De hecho, la mayor cantidad de graduados universitarios en trabajos no universitarios podría significar que todavía hay infrautilización de recursos y que la Fed podría avanzar lentamente con el aumento de las tasas de interés, apostando a que aparezcan más empleos de alto salario.

También podría marcar un cambio más permanente en el empleo que la Fed no puede arreglar y sería un duro desafío para el presidente Donald Trump y el Congreso.

La presidenta de la Fed Janet Yellen y sus colegas del Comité Federal de Mercado Abierto en general consideran que los malos resultados que sufren los graduados universitarios son un problema estructural que está fuera de su control.

La idea es que las políticas fiscales son más eficaces para garantizar que el aprendizaje de los estudiantes los prepare para las demandas de los empleadores, en lugar de pensar que el fenómeno es una cuestión cíclica en la que una mayor flexibilización monetaria podría mejorar los resultados.

“Está ocurriendo algo que indica que la situación está un poquito peor que en los primeros años de la década de 1990”, dijo Jaison Abel, economista de la Fed de Nueva York que dirigió el estudio del tema. Si bien los cambios cíclicos y estructurales han contribuido al aumento, es probable que “una combinación de ambas” causas sea la responsable.

Informe de empleoAdemás de una tasa de desempleo que es igual a la de febrero, las cifras del Departamento de Trabajo que se darán a conocer el viernes mostrarán que se agregaron unos 180,000 puestos de trabajo el mes pasado, frente a los 235,000 de febrero, según la mediana de estimaciones de economistas encuestados por Bloomberg News.

El aumento de los salarios promedio por hora podría haberse desacelerado levemente a un ritmo anual de 2.7%.

Si bien Yellen citó una avalancha de datos positivos en marzo cuando el banco central subió las tasas de interés por segunda vez en cuatro meses, el subempleo crónico de los graduados universitarios apunta a la necesidad de seguir estimulando el crecimiento, según algunos analistas.

“Esto es una prueba que da sustento a la opinión de que todavía enfrentamos una deficiencia de demanda agregada, de que todavía hay una gran infrautilización de recursos en el mercado de trabajo”, dijo Jesse Rothstein, ex economista jefe del Departamento de Trabajo que ahora trabaja en la Universidad de California en Berkeley.

“¿Qué se puede hacer al respecto? La Fed puede dejar de actuar como si estuviéramos en pleno empleo y continuar con una política monetaria laxa”.