Aunque no está en el podio de los mejor pagados, Ricardo Gareca ha conseguido posicionarse como el cuarto director técnico más caro de Sudamérica. Esto, según el ranking elaborado por Finance Football, que estima un salario por encima de los US$ 100,000 mensuales para el entrenador de la selección peruana.
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Pero el elevado monto no terminaría únicamente en las arcas del argentino de 58 años, sino que correspondería a todo su comando técnico (el preparador físico, el asistente técnico, el preparador de arqueros y el asistente del preparador físico).
En efecto, hace unos meses, el dirigente de fútbol de La Libertad, Alfredo Britto, reveló que el técnico de la bicolor ganaría alrededor de US$ 70,000 mensuales (Gestión 01.04.2016).
“Si bien los contratos son individuales, se negocian. Es decir, si un director técnico llega con otras cinco personas, se acuerda un monto (con la federación), luego se hace un acuerdo a nivel interno y se alistan los contratos individuales, según lo acordado”, explica Jhonny Baldovino, asesor legal de la Agremiación de Futbolistas Profesionales del Perú. “El técnico no llega solo”.
Mercado de entrenadores
Sin embargo, para Baldovino, hoy en día los comandos técnicos en Sudamérica no son muy caros.
A excepción de José Pékerman, director técnico de Colombia, los salarios se han reducido considerablemente en la región.
“No es posible comparar lo que ganaba Martino (exentrenador de Argentina), Sampaoli (exentrenador de Chile) y Sergio Markarián, con lo que están ganando los nuevos”. Una muestra sería el caso de Tite, quien estaría recibiendo mes a mes US$ 64,000 menos que Dunga, su antecesor.
Este mercado relativamente hostil para los técnicos de las selecciones sudamericanas respondería no solo a la crisis económica que ha asolado a distintos países, sino también a los problemas que golpearon a la FIFA y a la Conmebol.
“Estos problemas han logrado desnudar las falencias de algunas federaciones y dejado poca caja”, dice Baldovino. “Muchas federaciones han quedado con serios problemas económicos y con derechos de televisión ya vendidos, pues ni siquiera han tenido la oportunidad de negociar nuevamente”.
