Madrid (AFP).- El gigante español de las energías renovables Abengoa anunció el lunes haber obtenido un plazo de siete meses de la mayor parte de sus acreedores para reestructurarse y evitar la quiebra, que sería el mayor concurso de acreedores jamás presentado en España.
La empresa española, en grandes dificultades desde hace varios meses, tenía hasta este lunes por la noche para presentar en el tribunal de comercio de Sevilla (sur) un acuerdo con al menos 60% de quienes tienen en su poder la deuda del grupo.
Un 75.04% de los acreedores de Abengoa aceptaron la propuesta, lo que evita así la quiebra.
“Es una etapa clave en el proceso de reestructuración de Abengoa y permite a la sociedad llevar a cabo su plan de viabilidad económico y financiero” según un comunicado de la empresa.
El grupo español había propuesto a mediados de marzo a los acreedores que firmaran una cláusula llamada de “standstill” (congelar el proceso), que prevé una suspensión de la venta anticipada de sus participaciones durante un plazo de siete meses.
“El contrato de espera o ‘standstill’ permitirá a la compañía dejar en suspenso el ejercicio de determinados derechos de resolución y vencimiento anticipado de financiaciones. De esta forma, Abengoa podrá lograr el 75% de las adhesiones necesarias para obtener el acuerdo final”, señaló el comunicado.
La compañía acabó 2015 con una deuda de 9.400 millones de euros (10.400 millones de dólares). El plan prevé una reducción de esta deuda hasta 4.900 millones de euros.
A finales de noviembre, Abengoa se declaró en preconcurso de acreedores, dándose cuatro meses para solventar su crítica situación.
El grupo, con 28,700 empleados y una importante presencia en Estados Unidos y en Latinoamérica, presentó a principios de febrero un plan de reajuste que contempla reducir su tamaño y ceder activos para centrarse en la ingeniería y la construcción.
Incluyen a EE.UU.
“Abengoa también presentará, como parte del proceso de reestructuración de la compañía, las solicitudes de Chapter 11, para aquellas sociedades que están presentes en EE.UU., y Chapter 15 para todas las sociedades, con el objetivo de hacer extensiva la protección y homologación del acuerdo en este país”, dijo en referencia a las figuras de reestructuración de las empresas en Estados Unidos.
El grupo presumía de ser un milagro económico que había logrado de pasar de ser un empresa familiar que arreglaba instalaciones eléctricas en la desolada España de la posguerra en la década de 1940, a la compañía que construyó la mayor central solar del mundo en Estados Unidos.
Pero la multinacional, que llegó a registrar ventas por 5,500 millones de euros anuales y beneficios de 207 millones, fue víctima de un crecimiento excesivo y en noviembre pasado presentó un preconcurso de acreedores, con un plazo inicial de cuatro meses para superar la crisis.
La empresa española, que había logrado incluso las alabanzas del presidente estadounidense, Barack Obama, cuando construyó su central solar en el desierto de Arizona, reconocía así la necesidad de una urgente reestructuración.
“Abengoa trabaja ya intensamente para cumplir con los objetivos establecidos en el re-dimensionamiento de la compañía, dotarla de la seguridad financiera necesaria y aportar el liderazgo y la gestión que permitan el desarrollo del potencial operativo y financiero de la compañía”, afirmó la empresa.