(Bloomberg) Los abogados españoles se están preparando para encargarse de una avalancha de demandas legales de inversionistas que perdieron 3,300 millones de euros (US$ 3,700 millones) en la toma de control de emergencia de Banco Popular Español.
Los accionistas pueden alegar que fueron engañados por el banco cuando vendió 2,500 millones de euros de acciones nuevas hace un año, algunas de las cuales fueron compradas con efectivo tomado del banco, dijeron el miércoles abogados en Barcelona y Madrid.
El acuerdo para evitar el colapso de Popular – con una toma de control por su rival mayor Banco Santander por 1 euro – cancela la acción del banco y deja a los tenedores de bonos junior sin nada.
Jordi Ruiz de Villa, socio especializado en litigios bancarios en Jausas, un bufete de abogados de Barcelona, dijo que todos los abogados españoles estarán preparando sus armas y agregó que hay gente que está perdiendo todo.
Los abogados ciertamente están acostumbrados a lidiar con el probable frenesí después de manejar una serie de disputas contra los bancos del país en los últimos años.
Bankia fue obligado a reembolsar a 200,000 pequeños inversionistas que participaron en una oferta de acciones en 2011, un año antes de que España recibiera 41,000 millones de euros de Europa para rescatar al banco.
Aunque los accionistas son siempre los primeros en la fila cuando los bancos caen, Santander podría verse obligado a pagar si los abogados pueden demostrar que Popular engañó a los inversionistas cuando llevó a cabo una emisión de derechos en mayo del año pasado.
Popular dijo en ese momento que el efectivo recaudado reforzaría su posición de solvencia y le permitiría normalizar su política de pagos de dividendos en efectivo para 2018.
Caso claro
Popular también dijo en abril que una auditoría interna había revelado otra preocupación relacionada con esa venta: sus banqueros habían dado préstamos a algunos clientes para comprar acciones. Santander ha reservado provisiones para reclamos como parte de la operación de toma de control, dijo una portavoz el miércoles.
Fernando Zunzunegui, abogado con sede en Madrid que está considerando una demanda colectiva contra Popular en nombre de un grupo de clientes, dijo que es un claro caso de representación imprecisa de las cuentas del banco en un prospecto.
“¿Cómo es posible que Popular haya llegado a esta situación si hace apenas unos meses era un banco solvente?”, agregó.
Los 300,000 accionistas del banco incluyen a la aseguradora alemana Allianz SE; la familia de Antonio Del Valle, multimillonario mexicano que encabezó un grupo de inversionistas que compró 450 millones de euros de acciones de Popular en 2013; e inversionistas vinculados al Opus Dei, una organización católica asociada con Popular durante décadas.
Luksic de Chile
El empresario chileno de minería Andrónico Luksic dijo en Twitter que la fundación de su familia, que reportó una participación de 3% en Popular en mayo, “está analizando posible apelación, convencida de que el Banco tiene valor”.
Un cliente minorista, Severino Rodríguez, dijo el miércoles que había comprado deuda de Popular, pagando 8% de interés, por recomendación de un gerente de sucursal.
“Esto es una locura: se suponía que el problema de la crisis bancaria había sido resuelto hace años”, dijo Rodríguez, quien todavía está considerando la posibilidad de demandar.
Aunque los accionistas resultaron afectados, el acuerdo salvó 77,000 millones de euros de depósitos y cerca de 1,000 millones de euros de deuda sénior no garantizada que podría haberse perdido si Popular hubiera quebrado, algo que el Banco Central Europeo advirtió que podría haber ocurrido dada la carga de la deuda de la compañía de 37,000 millones de euros.
Ignacio Cantos, director de inversiones de ATL Capital en Madrid, dijo que fue una resolución ordenada y probablemente la primera en su tipo. Sin embargo, agregó que probablemente habrá abogados haciendo fila para demandar a Popular.
