En la provincia de San Pablo, Cajamarca, a más de 2.000 m s. n. m., se ubica la planta de procesamiento y cultivos de Agroandino, exportadora de aguaymanto orgánico deshidratado, con un 95% de su producción certificada como tal.
El gerente general, Oscar Schiappa-Pietra, comenta: “La demanda está creciendo y diversificándose. Tenemos muy buenos clientes en Europa, Norteamérica y Asia, y tenemos un cliente en Sudáfrica también”.
En porcentajes, alrededor del 60% de sus exportaciones va hacia Europa, 25% a EE.UU. y lo restante a Asia, particularmente a Corea del Sur y Japón. Tienen algunos contactos en China, pero aún están en desarrollo. Además, este es un país con un mercado extremadamente grande, para el que aún no están listos.
La empresa trabaja con un modelo de acopio de agricultores y cultivos propios, que representa actualmente alrededor del 60% de la producción total. “Nuestro gran reto como empresa es que los volúmenes de producción sean suficientes, ni los nuestros ni los productores lo son”, señala el gerente.
Los países más exigentes son Holanda, Alemania y Japón, ya que las autoridades de esos mercados no dejan entrar el producto si es que encuentran alguna mínima deficiencia. El ejecutivo destaca, además, que el aguaymanto es atractivo y novedoso en el extranjero, considerado en EE.UU. como una súper fruta, una categoría especial para los alimentos de alto contenido saludable y nutritivo.
Agroandino, que se ha posicionado como abastecedor de productores orientados a consumidores finales, que lo usan en barras de cereales, bebidas, chocolates u otros, actualmente cuenta con 50 hectáreas. Tiene en sus planes triplicar esa cantidad en los próximos dos años, así como ampliar su planta de producción.