Alianza Cacao Perú es una iniciativa privada que apuesta por el cacao fino y de aroma como cultivo alternativo a la hoja de coca en la ceja de selva peruana. Su director ejecutivo, José Iturrios, apuntó que su meta es brindar asistencia técnica para implementar 28 mil hectáreas en los próximos cuatro años, incluyendo a 15 mil productores.
“Solo en insumos, la instalación de una hectárea está en S/. 1,000 y S/. 1,500, pero más mano de obra y fertilizantes podemos hablar de un paquete de entre S/.4 mil y S/.5 mil en los primeros tres años de instalación, luego solo es mantenimiento”, detalló.
El experto explicó que proponen sistemas agroforestales, un concepto que combina el desarrollo agrícola con la forestería, que –aseguró- es amigable con el medio ambiente y más rentable.
“La idea intercalar los cultivos de cacao con los de plátano, que sirven como sombra, y los árboles forestales, que permiten un ingreso en el largo plazo, a los 7 u 8 años. El espacio es sostenible y tiene un componente inclusivo porque el paquete es pensado para pequeños agricultores. La tasa de retorno en diez años llega al 52%, que es alto para cualquier negocio”, resaltó.
El banano –acotó- permite generar ingresos en el corto plazo para la caja chica del agricultor, pues a los ocho meses ya empieza a producir.
Al momento, según la asociación, son 10 mil los interesados y este primer año trabajaran con 3,500 familias para instalar entre 8 mil y 8,800 hectáreas en San Martín, Huánuco y Ucayali.
“Estos agricultores ya dejaron la coca, ya tienen al menos 2 hectáreas de cacao. Han recibido ayuda de USAID, Devida, los gobiernos regionales u otras organizaciones. Ellos ya conocen cómo trabajar con el cacao y estamos tratando de avanzar para que no tengan 2 hectáreas sino 4 o 5, que es el módulo mínimo para que pueda ser sostenible”, detalló.
Iturrios estimó que las 28 mil hectáreas deberían producir al tercer año 300 kg cada una, y a partir del cuarto o quinto año la producción se estabilizaría entre 800 y 1000 kg por hectárea, es decir, podrían llegar en total hasta las 28 mil toneladas de cacao fino y de aroma.
“La producción peruana actual de cacao (entre 50 mil y 60 mil toneladas) tiene un gran componente de variedades criollas y requiere un buen trabajo de post cosecha. Debemos hacerle un tratamiento de fermentación y secado. En ese proceso se puede perder toda la calidad de la planta. Es necesario mejorar eso para lograr un cacao de mejor calidad y calidad homogénea”, anotó.
Mercado
El proyecto de la asociación –detalló Iturrios- se dirige al 7% de los 4 millones de toneladas de cacao que se comercializan a nivel mundial, y la demanda corresponde a empresas chocolateras especializadas como Ferrara, Mondelez y Hersheys.
“El cacao fino es de sabor especial, a frutales, flores, castañas, malta, a los chocolates finos. Sudamérica es la zona de origen del cacao. Por eso en Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela y Brasil hay variedades que no encuentras en otro lado. África es un gran productor, pero es cacao corriente”, remarcó.
“Buscamos con este proyecto que el Perú esté en el mapa mundial de cacaos finos y de aroma. Eso significa, entre otras cosas, rescatar variedades que solo existen aquí, y expandir su volumen para llevarlas comercialmente a EE.UU., Europa y otros mercados emergentes como China”, agregó.
Datos:
-El 80% de las exportaciones de cacao peruano van a Europa. – El cacao ecuatoriano (considerado nacional ecuatoriano de origen) tiene un ‘premio’ en la bolsa.
-Una barra de chocolate Ferrara puede costar US$ 20.
-El 70% del cacao se produce en África.