(Bloomberg) El presidente ejecutivo de BlackRock, Laurence D. Fink, recibió un paquete de pago de US$ 25.5 millones por su labor en 2016, al tiempo que la compañía recortó las bonificaciones de los empleados por primera vez desde 2011 y el desempeño en su negocio de selección de acciones continuó rezagado frente al de sus pares.
Fink, de 64 años, obtuvo una bonificación en efectivo de US$ 8 millones y cerca de US$ 16.4 millones en acciones diferidas, algunas vinculadas a objetivos de desempeño a largo plazo, dijo la firma con sede en Nueva York en un documento regulatorio. También obtuvo un salario de US$ 900,000 y unos US$ 193,000 en beneficios. El paquete fue 1.2% inferior al de 2015.
El mayor gestor de activos del mundo, que ahora supervisa cerca de US$5,1 billones, agregó US$ 202,000 millones en flujos de fondos netos el año pasado, gracias a depósitos récord en su negocio iShares, conforme los inversionistas continuaron pasándose a productos pasivos más baratos.
Sin embargo, los ingresos disminuyeron por primera vez desde 2009 a medida que cayeron los honorarios por rendimiento y los fondos activos de la compañía en Estados Unidos registraron salidas netas de US$ 19,300 millones, según datos de Morningstar.
Las bonificaciones a empleados se redujeron en un promedio de 2% a 4% el año pasado.
Algunas de las asignaciones de Fink están vinculadas a los ingresos orgánicos de la compañía y el margen operativo, ambos medidos en tres años. Su bonificación está vinculada a una variedad de métricas de rendimiento financiero y operacional.
Fink abordó brevemente la remuneración de ejecutivos en su carta anual en enero a presidentes ejecutivos de empresas en las que BlackRock posee acciones.
Al instarlos a concentrarse en el valor a largo plazo, dijo que la firma también se enfoca en la responsabilidad de la junta directiva y no dudará en votar en contra de los directores o programas de salarios “desalineados”.
Las acciones de BlackRock subieron 12% el año pasado, en comparación con el avance de 9.5% del índice S&P 500.
El director general de la compañía, Robert Kapito, recibió US$ 19.6 millones en 2016, una reducción de 3.5% respecto del año anterior.