Más que un hotel boutique, posee un concepto al que llamo lifestyle. Aquí se respira una cultura innovadora, creativa”. Esta es la opinión de Mario Figueroa sobre su propia creación: el BTH Hotel. En la última década, el también director del alojamiento invirtió casi US$ 20 millones para definir una identidad que se siente en cada piso al evocar, a través de su acondicionamiento y decoración, a las ciudades más importantes del mundo.

El servicio de primera se complementa con el restaurante Quimera, el bar Madbar y hasta con una barbería llamada Mr. Jacobs.

La ocupación del hotel se ha mantenido en alrededor del 85% con una tarifa de US$ 120 en promedio y un crecimiento de ventas del 10% anual en el último lustro, excepto por los últimos dos años por culpa de la desaceleración económica.

“Si bien todo negocio exige una rentabilidad, tenemos un propósito que es incentivar al talento artístico nacional para que tenga la oportunidad de ofrecer su producción (el hotel tiene una minigalería). Abrimos las puertas de nuevas tendencias, lo que humaniza nuestra marca y fideliza a nuestro público”, explica Figueroa. Como consecuencia, el BTH Hotel se ha hecho un espacio entre los 10 mejores hoteles de Lima.

Aunque el alojamiento apunta a ejecutivos, Figueroa está recalibrando su estrategia para captar también a un público joven, más millennial, amante del arte y la vanguardia y las comodidades del mundo moderno.

Habitaciones viralizables
“Quiero romper la tradición hotelera de contar con la mayor cantidad de habitaciones hacia arriba. Ahora busco contar con la mayor cantidad de habitaciones por toda la urbe deLima”, revela Figueroa. Para ello ha desarrollado el concepto BTH Cube, que consiste en habitaciones de hotel con todo el look and feel de BTH Hotel en módulos compuestos por dos containers. Dentro del hotel, ya opera desde hace cinco meses un piloto en el estacionamiento.

La estrategia apunta a instalar los BTH Cube como franquicias en zonas estratégicas como los aires de los cafés, grandes centros comerciales y hasta en estacionamientos. La inversión es bastante costo eficiente, pues solo demanda US$ 25.000. “Es un producto que se puede viralizar”, explica.

Figueroa adelanta que ya ha avanzado conversaciones con un mall en Surco y también con una cadena de playas de estacionamiento. La meta es avanzar en Lima, pero, luego, llegar a otras regiones. Cusco, Arequipa y Trujillo están en su mira.