Melbourne (Reuters).- El nuevo presidente ejecutivo de BHP Billiton puso su sello en la minera más grande del mundo, estableciendo un enfoque prudente a la expansión en el mercado de la potasa, que ve como su próximo negocio de gran crecimiento más allá del 2020.
El CEO Andrew Mackenzie describió un curso de bajo riesgo al tiempo que reportó una caída del 15% en sus ganancias del primer semestre antes de ítemes extraordinarios, que incumplieron las previsiones debido en gran parte a los ajustes fiscales de la minería australiana y otros elementos no operacionales.
Billiton y Glencore Xstrata concluyeron la temporada de resultados para las cinco mineras más grandes del mundo, con BHP exhibiendo un desempeño un poco mejor que sus competidores, ya que incrementó la producción de mineral de hierro, cobre, carbón y petróleo y recortó 2,700 millones de dólares en costos frente a la caída en los precios de las materias primas.
Las grandes mineras han estado bajo presión para controlar el gasto, vender activos de bajo rendimiento y reducir la deuda tras años de gasto desenfrenado en nuevas minas y adquisiciones frente a un auge en los precios de las materias primas.
Como reflejo de la campaña de austeridad, BHP dijo que planea invertir 2,600 millones de dólares en los próximos cuatro años excavando pozos en el proyecto de potasa Jansen, demorando la producción por lo menos hasta el 2020 desde su objetivo original del 2015, mientras ofrece participaciones en la mina.
“La base de la estrategia que estamos exponiendo hoy es que queremos mantener una flexibilidad total para entrar en el mercado en un momento que nos parece correcto para maximizar la rentabilidad para nuestros accionistas”, dijo Mackenzie a la prensa.