Santiago (Reuters).- La china State Power Investment Corporation (SPIC) está en conversaciones exclusivas para adquirir los activos de energía de Latin America Power en Chile por entre US$ 325 millones y US$ 400 millones, dijeron dos fuentes con conocimiento del proceso.
Latin America Power (LAP) cuenta actualmente con más de 300 megavatios de energía eólica e hidroeléctrica en Chile y Perú, de los cuales 250 megavatios están en Chile. Eso incluye dos grandes parques eólicos ubicados cerca de la capital, Santiago.
En el 2015, SunEdison, ahora en bancarrota, acordó comprar la compañía, propiedad en parte de BTG Pactual y Patria Investimentos, por US$ 700 millones. Sin embargo, la firma solar estadounidense puso término al acuerdo tras una batalla judicial y el pago de US$ 28.5 millones a LAP en 2016.
LAP volvió a poner los activos en el mercado y atrajo el interés de varias empresas, incluyendo la eléctrica chilena Colbún, SPIC y la canadiense BluEarth Renewables, según las fuentes, que pidieron anonimato ya que no se les permite hablar públicamente.
No obstante, tanto BluEarth como Colbún ya no están en el proceso, dijeron las fuentes. SPIC, a través de una filial chilena, se negó a comentar, al igual que LAP y Colbún.
BluEarth dijo en un comunicado que “siempre está explorando nuevas oportunidades, incluyendo el mercado de energía chileno”, pero remarcó que por política de la empresa no comenta “rumores o especulaciones”.
La potencial adquisición por parte de SPIC marca otro gran paso de la empresa hacia las energías renovables de América Latina. A finales del 2015, la estatal compró Pacific Hydro a IFM Investors por US$ 2,500 millones.
Pacific Hydro tenía casi 1 gigavatio entre activos eólicos e hidroeléctricos en operación al momento de la adquisición, repartidos por Brasil, Chile y Australia.
En los últimos años, China ha incrementado sus inversiones en Chile. Además de las adquisiciones de energía, las empresas chinas han hecho ofertas para grandes proyectos de infraestructura en el país sudamericano y actualmente están en conversaciones para vincular a las dos naciones con un cable submarino de fibra óptica por US$ 600 millones.