(Bloomberg).- Mientras Washington debate si el cambio climático es un fraude o una amenaza inminente, la industria cafetera mundial no va a sentarse a esperar que el Gobierno estadounidense intervenga para proteger sus negocios.
Los cultivos de café están asediados por la deforestación, temperaturas anormalmente elevadas, la falta de precipitaciones y enfermedades.
El mercado global se encamina hacia su cuarto año consecutivo de déficit, según estimativas de Rabobank International. Al mismo tiempo, se proyecta que la demanda global de la amada bebida rompa un récord histórico este año, encabezada por la demanda de los consumidores estadounidenses jóvenes.
La producción tendrá que aumentar por lo menos 50 por ciento para mediados de siglo para seguirle el ritmo a la demanda, afirma Conservation International, una organización ecológica. Para adaptarse, la industria se está dando prisa en desarrollar plantas capaces de adaptarse al medioambiente cambiante.
Las tierras aptas para cultivar los granos de arábica preferidos por Starbucks Corp y otros tostadores especializados se reducirán a la mitad en todo el mundo para 2050, según el instituto World Coffee Research (WCR), un grupo patrocinado por la industria.
En el estado brasileño de Espírito Santo, la producción se desplomó, en particular para la variedad de grano de café llamada robusta. En los últimos tres años, la región recibió sólo el 50 por ciento de su promedio de precipitaciones, mientras que las temperaturas fueron 3 grados Celsius más altas de lo normal. “Fue la peor sequía en 80 años”, le dijo a Bloomberg Romário Gava Ferrão, investigador del Incaper, el instituto de investigación estadual de Espírito Santo. Algunos agricultores se mudaron a otras regiones o invirtieron en otros cultivos, como el pimiento, dijo.
Enfermedades
La roya, una enfermedad fúngica que afecta a las plantas de arábica y robusta, también está devastando la industria. Entre 2011 y 2016 se perdieron unos 18,2 millones de bolsas de café por un valor de cerca de US$2.500 millones por la enfermedad, según WCR. Esta pérdida dejó sin empleo a 1,7 millones de personas. Un planeta más cálido acarrea que los productores se verán obligados a lidiar con amenazas más frecuentes para sus granos.
Para evitar un futuro desastroso sin café, Christophe Montagnon, un genetista del WCR, dirige un equipo global de investigadores en un intento por hallar plantas que ya sean capaces de sobrevivir en un clima diferente. “El calentamiento global implica que los únicos sitios que seguirán siendo cultivables sean más fríos o se encuentren a altitudes más elevadas”, dijo Montagnon en entrevista telefónica desde Lyon, Francia.
En un experimento reciente, el equipo de Montagnon tomó 30 variedades de plantas de 20 países y las ubicó en un ambiente controlado en Laos, donde se las sometió a temperaturas de hasta 2 grados Celsius. Las siete variedades que sobrevivieron la ola de frío se llevarán a otras regiones, desde Brasil hasta Guatemala, para ver si pueden prosperar en suelos no autóctonos y condiciones no controladas. Al final, se seleccionarán para plantar los cafetos considerados más resistentes a las temperaturas más bajas y a la roya.
“Ahora contamos con estas variedades resistentes a la helada”, dijo Montagnon. El próximo paso es plantearles desafíos a esas variedades en diversos ambientes, agregó.