Una botella de Jack Daniels jaló el hilo de la madeja. Owens-Illinois (O-I) es una multinacional americana especializada en producir envases de alimentos y bebidas que vio que un nicho se abría ante ellos. Una oportunidad, hasta ese momento, poco explorada.
“Somos los cracks en envases mainstream, pero vimos que nuestros clientes iban por más valor agregado”, asegura Mariana Ceruti, gerente de Marketing para América Latina de Covet, marca premium que O-I lanzó el año pasado para aprovechar la expansión de productos high end en el mundo.
Entre ellos, hay una categoría que ha despertado su interés de manera notable. Según el International Wine & Spirit Research los licores superpremium crecerán 17% en el mundo al 2017.
Una edición especial del tradicional bourbon americano fue el punto de partida para la aventura, que significaba repensar las botellas de una categoría tan visual como la de bebidas alcohólicas. “En América Latina, atendemos a los principales productores”, señala la ejecutiva.
“Algunos de ellos son bebidas muy tradicionales que están haciendo el cambio a una imagen más premium”. En este sentido, refiere que las principales licoreras de Colombia, así como productores de cachaça, en Brasil, han adaptado sus presentaciones de la mano de Covet.
Desde que la compañía inició operaciones, ha crecido casi dos dígitos al año. En el Perú, en el 2014, van a cerrar el año con ventas de un millón de dólares. Cabe resaltar que la planta de Covet en Colombia, que abastece a todo el continente americano, dedica el 5% de su producción al mercado peruano.
Y esperan que ese porcentaje se incremente con los años. Después de todo, la evolución del mercado lo pide. La experiencia del envase ya no es opcional, es un “must” para el consumidor.