Por Manuela Zurita

Divemotor tiene una misión que parece un problema matemático, pero no lo es: proyecta generar ventas por al menos US$ 800 millones en el 2018, cifra que representa el doble de lo que facturará este 2013 y 800 veces más que en 1993, cuando comenzó a operar en el país. Así lo presenta Peter Gremler, director corporativo del grupo.

Alemán de origen, Gremler pisó por primera vez Lima en 1997 y luego de idas y vueltas por sucursales de la corporación en Sudamérica, plantó bandera en tierra inca. “Hoy estamos enfrascados en nuestro mayor desafío, que es posicionar a la compañía en los próximos cinco años como una de las veinte más importantes en el ámbito comercial del país”, dice, celebrando el vigésimo aniversario de la firma.

Para lograrlo, confiesa que seguirá aplicando su triple fórmula del éxito: una amplia gama y calidad de productos, instalaciones adecuadas y un concepto de servicio y posventa que marca la diferencia. Lo hará en los dos segmentos que atiende: el de vehículos privados de lujo, al que abastece no solo con autos Mercedes, sino también de unidades Jeep, Dodge y Chrysler; y el de vehículos comerciales, al que ofrece las líneas de camiones de su representada Freightliner y de buses Chrysler, Jeep, Dodge y Ram.

La estrategia contempla, asimismo, la profundización del plan de descentralización que arrancó en el año 2000. Así, planea sumar 4 sucursales a las 16 que ya posee (seis en Lima y diez en provincias). Expandir la red de ventas y atención le permitirá acelerar la marcha para que en el 2018 alcance al 20% del mercado de camiones (hoy del 12%) y al 70% del de buses (del que atrapan el 55%).

En el 2013, cuenta Gremler, se invertirán los US$ 15 millones con los que costearon un local y un centro de distribución en Lurín y una tienda Jeep, que inaugurará en el mes de septiembre en el distrito de Miraflores.

Además, Divemotor prevé inyectar unos US$ 30 millones adicionales, que respaldarán las operaciones de la firma hasta el próximo quinquenio. “Aquí no hay magia. Lo que hay es consecuencia en la aplicación”, desafía el portavoz de un emporio sobre ruedas.