En 1996 Drago Kisic fue elegido como presidente de CADE. Es un reincidente, afirma, y ríe desde una sala del Club Empresarial. Este año está a cargo del encuentro empresarial que se hace bajo el sonido de los vientos de Paracas, en medio de un frío clima y con el incesante rumor de conflicto que caracteriza a la política.
“Mi elección es una especie de anomalía porque nadie repite los CADE. Pero como era un año tan difícil, el presidente de IPAE, Julio Luque, me pidió que lo acompañe en este tema”, señala a Gestión.
¿Por qué es un año difícil?
Por el tema de la corrupción, enfrentamientos políticos, entre los poderes. Luego se complicó más todavía por los desastres naturales y la desaceleración económica. Todo eso ha influido.
¿Esta CADE desde el saque tiene esta vertiente más política?
Siempre hay una vertiente política, esa es la base de la economía y de la convivencia. Este año la estamos llamado “Un solo Perú. No más cuerdas separadas”. Hasta ahora hemos estado con esa idea de que mientras la economía funcione bien, el resto que vaya por su cuenta. Pero no es así.
¿Ahí se equivocaron de percepción muchas personas, incluso los empresarios?
Creo que fue una visión simplista de las cosas y que puede tener un efecto temporal, porque si no hay crecimiento, no hay impuestos, no hay dinero, no hay empleo; entonces es muy difícil solucionar otros problemas sociales, políticos.
¿Qué va a dejar esta edición de la CADE que no dejaron sus versiones anteriores?
Desde el comienzo, la idea es que CADE presente unas propuestas que vamos a llamar “Perú hacia el Bicentenario”, donde hay seis planteamientos que son para nosotros absolutamente claves para el país.
¿Cuáles son?
El primero es la reforma política. Estamos invitando a Albert Rivera, presidente de Ciudadanos en España, es un partido joven. Tenemos que repensar todo nuestro esquema de partidos políticos. Úrsula Letona va a venir como presidenta de la Comisión de Constitución, y va a tener dos panelistas: Allan Wagner, presidente de Transparencia, y Carlos Meléndez, que es politólogo.
¿Qué más plantearán?
Cómo aceleramos la educación, cómo aceleramos la reforma educativa para poder dar saltos cualitativos. Ahí estamos trayendo al colombiano Julio Fontán, que estuvo en CADE educativo y tiene una propuesta muy original sobre cómo trabajar en las escuelas públicas dentro del marco del ministerio. Y está viniendo Hugo Pardo, un argentino que nos va a hablar de las posibilidades de nuevas tecnologías para acelerar la reforma educativa. Pablo Bustamente, presidente de Lampadia, va a hacer una presentación de cómo aterrizar esto en el Perú. Es la segunda propuesta.
¿La tercera?
La tercera propuesta es la reforma al sistema de justicia. Estamos todo el tiempo con el asunto de la Fiscalía, el Poder Judicial, el Ministerio del Interior y el Ministerio de Justicia, y no hay acuerdos, y todo el tiempo en sus cuerdas separadas. La idea es buscar convergencia. Eso lo va a manejar Jaime de Althaus, quien tiene un libro sobre la reforma del Poder Judicial. Esa va a ser una sesión muy potente y es parte de la propuesta de CADE. La cuarta propuesta es vincular a la economía de mercado. ¿Cómo tenemos una economía de mercado con más competencia? Al final, es la competencia lo que beneficia al consumidor.
¿Quiénes serán los panelistas para esta propuesta?
Tenemos varias sesiones en el lado económico, van a venir la ministra Cooper y Alfredo Bullard para hablar de aspectos más conceptuales de la economía de mercado. También a la primera ministra, Mercedes Aráoz, le estamos pidiendo que nos hable un poco sobre cómo hacer buena política para que la economía funcione bien y para poder ir reduciendo la informalidad, que fue una propuesta fuerte del Gobierno. La quinta propuesta es el tema del Estado. Cómo hacemos para tener un Estado realmente al servicio de los ciudadanos.
¿Cuál es el sexto tema que plantearán?
La sexta y última propuesta es la visión de futuro. CADE quiere retomar el asunto y que en el Bicentenario podamos tener construida una visión del futuro. Tenemos tres años para trabajar con el Acuerdo Nacional, con el Ceplan, convocar a Perú 2021, a todos los que puedan sumar con nuestros CADE universitarios y sus réplicas se pueden analizar mucho en temas regionales, y tener una visión de futuro a 20 años que nos permita unirnos hacia adelante. A los peruanos nuestra historia no nos une mucho.
Cuando uno retrocede en el tiempo, nuestra visión era al 2021, pero parece que no vamos a llegar. ¿Hay que empezar a mirar entonces hacia el 2031?
No, hay que mirar más, al 2040 o 2045 por lo menos. Nos hemos atrasado.
¿Cómo le hacemos seguimiento a estas propuestas?
Esa propuesta se la entregamos a todos los panelistas y expositores y en la sesión final de clausura la va a recoger Julio Luque, que es el presidente de IPAE. IPAE se va a comprometer como institución a contribuir a que la propuesta de estos seis temas se fortalezca.
¿Qué pasa con el resto?
IPAE pedirá a las instituciones relevantes en estos puntos que hagan lo mismo. Y va a estar el presidente de la República, y le vamos a pedir que también se pronuncie, si no se nos van a pasar los tres años y no va a pasar nada.
¿Le preocupa que no pase nada en el futuro?
Me preocupa que sigamos en este lío del día a día y no tengamos una proyección un poco más ambiciosa, más grande y no juguemos a ganador como país.
¿Qué papel deben tomar ahora los empresarios?
Hay una sesión donde vamos a hablar de los gremios, cuál es el rol y la responsabilidad de ellos. Porque esa es una pregunta que hay que hacer. Los gremios, más que lobbistas que buscan intereses concretos, deben ser defensores del sistema de economía de mercado.
Más allá de los conceptual, ¿qué de nuevo habrá en este CADE?
Creo que es una visión mucho más ambiciosa, grande, de largo plazo y una apuesta ganadora. El Perú no tiene por qué ser un país rezagado y conflictuado, puede ser un país mucho mejor de lo que es, y la gente puede ser mucho más feliz de lo que es.
¿Nos hemos entristecido?
Sí, el ánimo nacional está decaído, y eso hay que cortarlo.
Hace un año se conocía de Lava Jato, pero lo veíamos como un escándalo de corrupción en Brasil. ¿Es un tiempo también para autocríticas?
Sí, yo creo que en el Perú hay mucha impunidad. Todos sabemos más o menos que hay corrupción, y es un asunto que viene desde la Colonia, y le pasa a la prensa a veces con el rating por los espacios. Tenemos una sesión muy fuerte que se llama “Los límites éticos del rating”, ahí viene Juan Luis Cebrían, presidente del Grupo Prisa.
Los medios no podemos ampararnos en la autorregulación…
Ahí los anunciantes tienen una palabra.
Pero insisto, qué hay de los empresarios y su autocrítica.
Por supuesto que la habrá. Brian Winter va a hablar del tema de Lava Jato desde una perspectiva americana y eso se va a aterrizar con los sectores público y privado. Va a haber dos comentarios relevantes al respecto, y ahí estamos tratando de armar algo en ese sentido, que se haga un antes y un después.