(Reuters) La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó el lunes una apelación presentada por ciudadanos ecuatorianos para cobrar a la petrolera Chevron una compensación por contaminación de US$ 8,650 millones, como había resuelto un tribunal del país sudamericano.
Los magistrados rechazaron la apelación del abogado neoyorquino Steven Donziger, quien ha pasado más de dos décadas intentando que Chevron se haga responsable por contaminar un área de selva de Ecuador, después de que cortes menores estadounidenses dejaron sin efecto el dictamen ecuatoriano del 2011.
Si bien no hay duda de que hubo contaminación, la petrolera con sede en California argumentó que no es responsable y que Donziger y sus socios orquestaron la redacción de un reporte medioambiental clave y sobornaron al juez que presidió el caso en Ecuador.
En 2014, el juez de distrito estadounidense Lewis Kaplan impidió el cumplimiento del dictamen tras considerar que se emplearon medios inadecuados para obtenerlo.
El año pasado, una corte de apelaciones en Nueva York ratificó la decisión de Kaplan, mencionando “un desfile de acciones corruptas” de Donziger y sus socios, incluyendo extorsión y fraude que llevaron al ofrecimiento de sobornos.
La corte de apelaciones del segundo circuito en Nueva York dictaminó que el fallo que estipula una compensación por US$ 8,646 millones de Chevron tenía “claras señales” de conducta corrupta, cometida por el equipo legal que representaba a los ciudadanos ecuatorianos de la zona afectada.
Para los demandantes ecuatorianos, la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos no tiene ninguna injerencia sobre las acciones legales que impulsan en otros países para cobrar la millonaria indemnización.
“No hay ninguna incidencia de esa decisión en las acciones. Nosotros seguiremos en la lucha para cobrar lo que nos corresponde”, dijo Pablo Fajardo, uno de los abogados de las comunidades indígenas que demandaron a la petrolera.
Los demandantes esperan respuesta sobre acciones de cobro en Canadá, Argentina y Brasil, donde Chevron tiene activos.
La disputa recibió una enorme atención de la prensa durante años y una sucesión de reporteros fueron llevados por ambas partes a los lugares afectados, en el límite de la selva amazónica, cerca de una localidad a orillas de Lago Agrio.
Donziger y representantes de los residentes en la región del Lago Agrio han intentado que Chevron pague por la contaminación de agua y suelo causada entre 1964 y 1992 por Texaco, adquirida por la Chevron en 2001.
La petrolera dice que un acuerdo de 1998 entre Texaco y Ecuador la exime de responsabilidades.