En momentos en que AT&T Inc. y Time Warner Inc. confían en obtener la aprobación gubernamental para su megaacuerdo por $85.000 millones, puede que algunas de sus negociaciones más importantes ocurran en conversaciones privadas con ejecutivos rivales en vez de en la capital de la nación.
La fusión representa para competidores y socios una rara oportunidad para obtener acuerdos más favorables con ambas compañías a cambio de su respaldo público, que puede resultar valioso para lograr la aprobación de los reguladores.
En tanto, otros proveedores y programadores de TV pagada harán presión para bloquear el acuerdo o bien conseguir la imposición de límites a un imperio que sería dueño de muchas de las películas y shows que distribuye a suscriptores inalámbricos, de internet y video.
“Lo que nunca se ve es qué piden los diversos actores detrás de escenas a fin de apoyar el acuerdo en Washington”, dijo Craig Moffett, analista en MoffettNathanson LLC. “Todo tipo de programadores básicamente exigirán su tajada.
Todos quieren subir al carro de la victoria”.Hace dos años hubo un asomo de ese acuerdo tras bambalinas, cuando Discovery Communications Inc., dueño de TLC y Animal Planet, objetó la compra de Time Warner por parte de Comcast Corp., señalando que aprovecharía su mayor envergadura para perjudicar a las cadenas de televisión.
En respuesta, Comcast afirmó que Discovery había exigido “concesiones comerciales no garantizadas”, como mayores tarifas de retransmisión y una mayor distribución de sus canales a cambio de no oponerse a la fusión. En la época, Discovery desmintió la afirmación de Comcast. La semana pasada, ambas compañías declinaron comentar esa antigua disputa.
¿Habrá apoyo de Netflix?
La mayor interrogante es si Netflix está a favor del acuerdo, dijo Moffett. El gigante de streaming de vídeo se opuso a la oferta de Comcast para comprar Time Warner Cable y el acuerdo fue bloqueado. Posteriormente, Time Warner Cable fue adquirido por Charter Communications, con la anuencia de Netflix.
Entre las principales prioridades de los reguladores figura la protección del mercado de vídeo en línea. Han utilizado su supervisión sobre las grandes fusiones para para obtener compromisos de grandes proveedores de internet a fin de dejar a todos contentos en sus redes, incluidos los servicios de vídeo en competencia.
“Para bien o para mal, Netflix terminará abogando por toda una clase de potenciales competidores”, indicó Moffett, “algo que les confiere un enorme poder de apalancamiento al declararse a favor del acuerdo”.
Hasta ahora, Netflix se ha mostrado favorable a la oferta de AT&T por Time Warner, con ciertas condiciones.
“Queremos asegurarnos de que no le otorgue una ventaja injusta a HBO”, comentó el máximo ejecutivo de Netflix, Reed Hastings, en una conferencia el mes pasado. “Nos gusta la competencia abierta”.
Los programadores ya han pedido garantías sobre el streaming de vídeo en línea, dado que AT&T es uno de los mayores proveedores de servicio de internet inalámbrico y residencial, mientras que Time Warner es dueño de redes de cable con amplia audiencia, como HBO y TNT.
AT&T permite a sus suscriptores de su servicio satelital DirecTV ver vídeo en dispositivos móviles sin descontarlo de su uso de datos inalámbrico, práctica que se conoce en la industria como “tarifa cero”.
El carrier quiere introducir un servicio de web TV por US$35 al mes en las próximas semanas que funcionaría parecido. Otras empresas de medios probablemente van a exigir que sus servicios en línea, como All Access de CBR Corp., también sean a tarifa cero.
“La idea de que DirectTV podría salvarse de los límites de uso mientras que Netflix aplicaría cargos por datos a clientes jamás verá la luz”, sentenció Moffett.