Dublín (Reuters).- Irlanda pidió una ofensiva internacional contra multinacionales que trasladan sus ganancias en todo el mundo para evitar impuestos, tras críticas de que las lagunas legales del país ayudaron al gigante tecnológico Apple a reducir millonarios pagos tributarios.
Una investigación del Senado estadounidense sobre la estrategia impositiva del fabricante del iPhone, iPad y las computadoras Mac se centró en el régimen de impuestos de Irlanda y obligó al Gobierno del país a defenderse de acusaciones de ser un paraíso fiscal en Europa.
Otros gobiernos europeos, como Francia, habían criticado anteriormente la baja tasa del impuesto corporativo en Irlanda -12.5%- pero las revelaciones desde Washington se centran en vacíos legales en el código impositivo irlandés que son más difíciles de defender.
Richard Bruton, el ministro a cargo de atraer compañías extranjeras a Irlanda, admitió que se necesitan mayores controles. “Ellos comparan los códigos impositivos; eso es planeamiento impositivo, y creo que necesitamos la cooperación internacional a través de la OCDE para lidiar con la naturaleza agresiva de eso”, dijo al canal estatal RTE.
“Los impuestos han sido siempre un elemento de lo que Irlanda ofrece y esto continuará así, pero lo que hay que evitar es lo conocido como competencia impositiva dañina. Nosotros escrupulosamente evitamos eso”, añadió.
La investigación en Estados Unidos mostró que Apple había pagado apenas un 2% de impuestos sobre sus ganancias en el extranjero, en gran parte ayudada por la ley impositiva irlandesa, que permite a las compañías ser incorporadas al país sin ser residente impositivo.
Gran Bretaña tenía un régimen similar pero lo cambió 20 años atrás para frenar la evasión de impuestos.
A diferencia de Gran Bretaña, Irlanda depende fuertemente de compañías extranjeras como Google, Pfizer e Intel para generar empleos -150,000 de una fuerza laboral de unos 2 millones de personas- y para su crecimiento liderado por las exportaciones.
Bruton dijo que atacar a países individuales no era la respuesta al problema y señaló a la feroz competencia que enfrenta Irlanda en su intento por atraer a las compañías.
“Cuando entro a las salas de reuniones en Asia o Estados Unidos, me siguen suizos, holandeses, belgas, singapurenses que ofrecen acuerdos en el frente impositivo”, comentó.
“Los nuestros no son acuerdos especialmente establecidos, no hay acuerdos paralelos, ningún arreglo especial. No nos disculpamos por tener un régimen que está diseñado para promover el empleo. Es un régimen que hemos tenido por cerca de 50 años”, agregó.