(Bloomberg).- La oscura narrativa de la decadencia en Detroit contrasta con las afirmaciones del Presidente Donald Trump de un auge de la industria automotriz estadounidense, que está construyendo plantas y sumando puestos de trabajo.
La última evidencia: dada la caída en las ganancias, las ventas de vehículos y los precios de las acciones, Ford Motor Co. planea recortar alrededor de 10% del personal asalariado en sus operaciones en Norteamérica y Asia Pacífico.
Antes Ford anunció que despedirá a 130 trabajadores de una fábrica en Ohio para el verano debido a la caída en las ventas de los grandes camiones que produce. A principios de este año, General Motors Co. recortó 3.300 puestos de trabajo en tres plantas de automóviles en Ohio y Michigan que fabrican modelos poco populares como el Chevrolet Camaro y Cadillac CT6.
A medida que el mercado automotriz estadounidense se debilita tras siete años de crecimiento, está surgiendo un patrón familiar de recortes. No es así como el presidente retrata la situación de la industria.
Un comercial de televisión en ocasión de los primeros 100 días de Trump mostró a trabajadores de la línea de ensamblado de vehículos como el telón de fondo de un alarde sobre la creación de empleos. “Todos están hablando de fabricar en Estados Unidos por mí”, dijo Trump en un entrevista con Bloomberg este mes.
Trump, que usa Twitter para todo, no ha dicho nada sobre el plan de Ford de recortar 1,400 empleos para finales de septiembre. Esto es positivo para el CEO de Ford Mark Fields, que fue reprendido por el consejo de administración de la compañía la semana pasada y por los inversionistas deseosos de un cambio. Las acciones de Ford cayeron hasta 1.7% el miércoles y han bajado 37% desde que Fields se convirtió en CEO en julio de 2014.
La decisión de recortar personal forma parte del plan de Ford para reducir los costos en US$ 3,000 millones este año. Los recortes serán selectivos para que Ford pueda retener a los empleados expertos en tecnología que ha reclutado para desarrollar autos sin conductor y eléctricos.
Los departamentos en los que no habrá recortes son desarrollo de productos, tecnología de la información y datos globales y analítica, dijo la compañía con sede en Dearborn, Michigan.
Las acciones de Ford han caído 10% este año, mientras que las de GM han bajado 5.4%, con lo cual la capitalización de mercado de ambas empresas es ahora menor que la de Tesla Inc.
Fields y el CEO Bill Ford intentaron congraciarse con el presidente este año, dándole un aviso anticipado sobre contrataciones e inversión en plantas estadounidenses y la cancelación de una fábrica de automóviles compactos en México.
“Ya han hecho mucho por el presidente”, dijo Whiston. “Aunque Ford realmente no dejó de construir la planta en México en respuesta a Trump, lo hizo quedar bien”.
Ford canceló los planes de construir una fábrica de autos compactos en México de US$ 1,600 millones debido a la contracción de la demanda de sedanes y en su lugar fabricará el compacto Focus en una planta existente al sur de la frontera.
