Arquitectum: “Ya no importa la arquitectura: la mentalidad es construir lo más rápido posible”

Con la desaparición de los concursos de arquitectura, los edificios públicos demoran menos en construirse, pero hay más corrupción y las obras perecen más rápidamente, asegura Alfredo Queirolo, gerente general de Arquitectum.

¿Por qué no hay concursos de arquitectura en Perú?
Porque en los años noventa la Ley Consucode entra con la lógica de que, cuando se licita un proyecto, el lado arquitectónico es una parte más del expediente y no se le da el peso que le corresponde. Además, gana quien ofrece el menor precio por una obra.

¿Qué generó esta ley?
Sucede que si amarras todo, es mucho más factible que haya corrupción, porque al ofrecer un menor precio, deja de importar el proyecto arquitectónico: entonces se haces cualquier cosa. La mentalidad es hacer las obras lo más rápido posible.

¿Es malo que demoren menos?
Los hospitales ahora demoran menos, pero ves que no entran los equipos, y no caben porque no se previó, no se hizo un concurso y no hay un know how. Entonces se hacen como una casa grande, porque el diseño está dentro de una de las tantas condiciones.

¿El Estado ahorra en realidad?
Las obras que ganan son las más baratas, entonces son las de menor calidad. Pero eso es solo ahorro, no economía. La economía es que a lo largo de los años ese edificio soporte el paso del tiempo, las ampliaciones y las mejoras que se puedan hacer.

¿Qué pasa en otras partes del mundo?
Por ejemplo, en Francia, cualquier proyecto de más de 200 metros cuadrados que haga cualquier alcalde es obligatorio que haya un proyecto arquitectónico previo.

¿Hubo en Perú concursos de arquitectura?
Existieron hasta los años 80. Primero se hacía un proyecto arquitectónico y luego la licitación para la construcción. Por ejemplo el aeropuerto Jorge Chávez y el Museo de la Nación se construyeron de este modo.

¿Ustedes cómo empezaron con los concursos?
Empezamos hace 12 años. Lanzamos concursos para proyectos en zonas intangibles, como Machu Picchu. Queríamos tocar temas tabúes.

¿Les funcionó?
El mismo año que comenzamos nos empezaron a llamar clientes privados de otras partes del mundo. Se dieron cuenta que en vez de tener solo una propuesta para hacer un edificio, podían tener hasta 200 opciones.

¿Cómo cambiaron el sistema de los concursos?
Antes para entrar a un concurso, tenías que leer la convocatoria en el periódico, luego ir a comprar las bases al Colegio de Arquitectos, presentabas una maqueta con tus planos dibujados y finalmente luego de seis siete meses tenías una respuesta.

Nosotros cambiamos el sistema, porque nuestra empresa está en Internet. Entonces te inscribes, pagas las bases, haces las preguntas y entregas un proyecto virtual, todo a través de la red.

¿Esto bajó los costos de los arquitectos?
Claro, ahora cualquiera con una oficina y dos personas puede participar en un concurso, ganarlo y eventualmente hacerlo. También nos permitió recibir proyectos de todo el mundo.

¿Qué clase de proyectos han mediado?
Por ejemplo hemos hecho el concurso para la ampliación del Moulin Rouge, en Francia, el Palacio de la Moda de Tokio, en Japón, y el nuevo Zoológico de Buenos Aires, en Argentina.

¿Pero han hecho más concursos en el extranjero que en Perú?
Eso se da por tres razones: por la existencia del Consucode, porque la empresa privada paga poco a los concursantes y porque los concursos demoran. Pero queremos fomentar esta cultura del concurso.

¿De cuánto debe ser un premio mínimo?
Yo creo que los premios mínimos no existen, un arquitecto debería recibir una buena paga por proyecto. En Perú, mientras que un arquitecto gana el 1.5% del total de la construcción, sin incluir el terreno; un corredor se lleva el 3% de una venta que incluye la construcción, el terreno y el diseño. ¿Pero hay comparación en los dos trabajos?

¿Por qué no hay un alza en los honorarios?
Hay demasiados arquitectos. Por otro lado el Colegio de Arquitectos está ausente, no defiende los honorarios de sus colegiados; y en tercer lugar, hubo muchos arquitectos con renombre que han cobrado muy mal por su buena situación económica, entonces malearon el mercado de los que veníamos atrás.

¿En el caso de los arquitectos que trabajan para el Estado?
Los arquitectos externos, que trabajan en obras que no pasan por Consucode, tienen un tope de remuneración de 10 mil soles, ya sea por hacer una fuente o por diseñar un parque de miles de hectáreas.

¿Qué se debe hacer al respecto?
Lo único que se tiene que hacer es desregular eso y convertilo en una tabla de honorarios, por tantos metros cuadrados se pagará tanto. Esto se ha hecho en Colombia.

LA FICHA
Nombre: Alfredo Queirolo de Armenteras.
Cargo: Gerente General de Arquitectum.
Estudios: Arquitectura en la Universidad Ricardo Palma.
Hobies: Arquitectura, Jazz, Jogging, Natación.
Edificio favorito en Lima: El Olivar de Manuel Villarán

EL DATO
Arquitectum es la primera empresa global, nacida en Perú, especializada en organizar concursos de arquitectura a nivel mundial. Entre los proyectos que han mediado se encuentran la ampliación del Moulin Rouge en Francia, el Museo de la Moda de Tokio, la Torre de Luz de Rio de Janeiro para dar la bienvenida a las Olimpiadas 2016.

En el Perú han organizado concursos para edificios multifamiliares de la zona del golf, en San Isidro. Actualmente han lanzado un concurso para diseñar un puente peatonal que una Miraflores con Barranco, el proyecto ganador será donado a la Municipalidad de Miraflores.

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