(Bloomberg) El valor de ser propietario de una vivienda en Estados Unidos nunca ha sido mayor, al menos de acuerdo con una cifra aparecida en un informe mensual del Departamento de Comercio.
La proporción del ingreso personal total de los estadounidenses que proviene de alquilar sus propiedades subió a un récord de 4.4% en el primer trimestre de 2016, según datos publicados en junio. Se trata de un máximo histórico desde 1947 y se compara con tan solo 0.7% hace treinta años.
Los ingresos por alquiler incluyen las ganancias de los arrendadores, de acuerdo con la definición del Departamento de Comercio. Y quizá sea menos obvio que también incluye la cantidad que propietarios-ocupantes ganarían si alquilaran su casa o departamento después de considerar gastos como intereses hipotecarios e impuestos inmobiliarios o seguros.
Como resultado, los datos ofrecen un buen indicador del valor de ser propietario de una vivienda en comparación con otras fuentes de ingresos, como salarios o pagos por transferencia. Las cifras ponen de manifiesto una tendencia importante: los propietarios que no perdieron su casa durante la crisis financiera ganaron en los años que siguieron, mientras que los inquilinos tuvieron menos suerte.
Aquí están en juego dos tendencias económicas. En primer lugar, históricamente las bajas tasas hipotecarias han reducido los gastos que consumirían las ganancias de los arrendadores. Al mismo tiempo, la escasa oferta ha hecho subir los precios de los alquileres en Estados Unidos a más del doble que los de otros bienes y servicios.
El costo de alquilar una vivienda aumentó 3.5% en el año hasta junio, un máximo para la época posterior a la recesión y superior a las alzas en los precios generales excluyendo vivienda, alimentos y energía, de 1.4%.
“La proporción de estadounidenses que alquilan su propiedad se está acercando a máximos en 50 años, y este rápido cambio se ha producido en un momento en que el parque inmobiliario en alquiler no ha tenido mucho tiempo para ponerse al día”, dijo Ralph McLaughlin, economista del motor de búsqueda de bienes raíces Trulia. “Los inversores han sacado provecho de esta escasez cobrando alquileres más elevados”.
La fuerte demanda de viviendas en alquiler se ha convertido en una tendencia que se retroalimenta: pagar alquileres caros hace que las familias tengan dificultades en ahorrar para un desembolso inicial. Además, los estándares de crédito son más estrictos, por lo que es difícil obtener una hipoteca excepto para quienes tienen un historial crediticio impecable.
Esto significa que aunque la propiedad de vivienda ha ganado peso en el ingreso total de los estadounidenses, también es cada vez más excluyente. La tasa de propiedad de vivienda en Estados Unidos cayó a 63.5% en el primer trimestre, un porcentaje cercano a un mínimo en 48 años.