La iliquidez de la BVL es la causa de la “tormenta perfecta”. Esta es una presión muy fuerte de venta de acciones, que empuja los precios hacia abajo por la necesidad de deshacerse de estas en un mismo día. Esta caída se amplifica porque hay pocos partícipes en el mercado, indicó Carlos Rojas, CEO de Andino Asset Management.
La presión de venta viene por varios frentes. “Al caerse fuerte -las acciones mineras- han jalado a todas las demás. Cuando una empresa de tu portafolio cae 40 o 50% en 4 o 5 meses, decides tomar utilidades en las que estás ganando plata para protegerte de la caída. Esto hace presión de venta en los otros papeles”, explicó.
Además, dijo que tenemos una desventaja al tener el EPU, pues en momentos en los que hay correcciones se cae muy fuerte, en los últimos tres meses han salido muchos inversionistas.
Respecto a la coyuntura del Perú, el experto afirmó que las expectativas de los inversionistas es importante, pero sobretodo la confianza del sector privado, pues la considera la clave para poder salir de la “tormenta perfecta”.
“Había una expectativa muy alta de crecimiento, pero sale un número malo de marzo de 3%, el gobierno hace anuncios de comprar activos privados y genera ruido, el tipo de cambio se devalúa, entonces los inversionistas prefieren ir a Estados Unidos, donde ven el tema más seguro”.
Mecanismos de transmisión
Rojas señaló dos factores clave que transmiten los problemas en las empresas a los índices bursátiles. Por un lado están las garantías de los reportes bursátiles, es decir, tomar un préstamo (reporte) de una casa de bolsa dejando como respaldo un número de acciones (garantía).
Cuando el valor de una empresa cae, sus garantías se vuelven insuficientes y la casa de bolsa se ve obligada a vender las acciones para recuperar el préstamo y la garantía.
De otro lado, están los stop-losses, que son límites de pérdidas. Cuando una acción cae en determinado porcentaje, se activa el stop-loss y se debe vender de inmediato la acción.
“En ese momento salen ventas que bajan precios, activan los reportes, activan las garantías y ellos -las casas de bolsa- tienen que vender al mismo tiempo. Hay dos grandes vendedores en un mercado débil y sin liquidez, entonces las acciones caen y caen. Eso es la ‘tormenta perfecta’”, finalizó.