(Bloomberg).- La superabundancia global de cobre se mantendrá un año más, en el 2017, y aún es demasiado pronto para saber si un crecimiento inesperado de los precios ocurrido este mes presagia una tendencia sostenida, según Ivan Arriagada, máximo ejecutivo de Antofagasta Plc, uno de los mayores productores de Chile. Los precios del cobre cayeron.
El metal empleado en cables e instalaciones eléctricas entró en un mercado alcista la semana pasada, en tanto los inversores se dieron prisa en comprar y desataron un frenesí en las bolsas chinas y globales.
El cobre presenta el mejor desempeño de este trimestre en la Bolsa de Metales de Londres, con un alza del 12%, lo que llevó a Macquarie Group Ltd. y Goldman Sachs Group Inc. a elevar sus pronósticos. Pero todavía no superó sus problemas, según Arriagada.
“Tendremos de todas formas un superávit en 2017, y no estoy convencido de que vayamos a salir de la parte más baja del ciclo”, dijo él en una entrevista al final de la Asia Copper Week, una reunión anual de la industria en Shanghái. “Los cambios que hemos visto en la producción y la demanda sin duda apoyan un precio más alto que el que teníamos hace unos meses. Pero no creo que en términos fundamentales tengamos un escenario diferente todavía, aunque haya algunas señales positivas”.
El avance del cobre fue impulsado en parte por la percepción de que el mayor consumo en China no se reflejaba en el precio de la misma forma que en otros metales, como el acero y el zinc. Una promesa de Donald Trump, el presidente electo de Estados Unidos, de aumentar el gasto en infraestructura también alimentó las ganancias. La disparada quedó exacerbada por las operaciones técnicas y algorítmicas, así como una cobertura de posiciones cortas hecha rápidamente por los inversores cuando subieron los precios, dijo en la reunión Ian Roper, analista de Macquarie.
Exceso.
El mercado mundial tendrá un exceso de entre 300,000 toneladas y 400,000 toneladas el año que viene, dijo Arriagada. “La demanda china crecerá de 4% a 5% este año, por lo tanto es más fuerte de lo que habían anticipado el mercado físico y los analistas”, dijo él. “Si la demanda de cobre de China sigue creciendo al ritmo de este año, quizás ese exceso se convierta en una escasez, sin duda en 2018”.
Operadores, productores y consumidores se están ajustando a cambios en el comercio de cobre en China a medida que se expande la industria de la fundición, lo que impulsa la importación de concentrado y desacelera las adquisiciones de metal refinado.
Esto favorece a los que envían materia prima a China, como Antofagasta, pero perjudica a los proveedores del metal. Jiangxi Copper Co., la productora más grande de China, acordó rebajar 5 por ciento las tarifas de procesamiento el año que viene, lo que según Arriagada está en concordancia con las expectativas a medida que aumenta la capacidad de fundición y la oferta de materia prima se mantiene restringida. La empresa aún está negociando las tarifas de tratamiento para el año que viene, dijo él.
El cobre para entrega dentro de tres meses bajó 1% y cotizaba a US$ 5,411 por tonelada este viernes a las 9:16 en Londres, con lo cual cae 2% esta semana tras avanzar 11% la pasada, la mayor alza desde el 2011, después del inesperado triunfo electoral de Trump.