Londres (Reuters).- El cobre subió hoy hasta un máximo de tres años, pero cerró en baja tras la publicación de un débil dato de pedidos de fábricas en Estados Unidos.
El sólido crecimiento manufacturero global, la debilidad del dólar y preocupaciones con el suministro han impulsado al cobre, al aluminio, al níquel y al zinc a máximos de varios años.
Los nuevos pedidos de bienes fabricados en Estados Unidos anotaron en julio su mayor caída en casi tres años, pero los pedidos de bienes de capital fueron mejores a lo informado previamente, lo que apunta a un robusto gasto de las empresas en el comienzo del tercer trimestre.
El cobre referencial en la Bolsa de Metales de Londres cayó un 0.2% a US$ 6,901 por tonelada. Más temprano tocó los US$ 6,970, su nivel más alto desde septiembre del 2014, y cerca del nivel psicológico de 7,000.
La producción manufacturera en China se aceleró en agosto y se prevé que el crecimiento económico permanezca sólido hasta fin de año.
Fondos y especuladores en China están apostando a precios más altos en la medida en que el cobre entra a su novena semana consecutiva de alzas, aunque las grandes posiciones especulativas dejan a los precios vulnerables a correcciones, según analistas.
Los precios del cobre tuvieron respaldo por una caída de los inventarios disponibles al mercado en almacenes registrados en la Bolsa de Metales de Londres. Las existencias cayeron a 111,450 toneladas tras cancelaciones de 2,150 toneladas y se han reducido en más de la mitad desde mediados de julio.
Según analistas de Standard Chartered, un acuerdo en Indonesia para permitir que Freeport McMoRan siga operando su enorme mina de cobre de Grasberg mejora el panorama del suministro y podría ayudar a reducir los precios.
Entre otros metales, el aluminio cayó un 1.1% a US$ 2,096 la tonelada, y el zinc bajó un 2% a US$ 3,140.