*Una semana de altibajos *
Las acciones experimentaron una semana volátil, con ganancias los primeros días que luego se revirtieron el viernes. Finalmente, el índice S&P 500 bajó un 0,15% y cerró en 1.958, el índice Dow Jones Industrial Average cayó un 0,29% y cerró en 16.384. El índice Nasdaq Composite, compuesto mayoritariamente por empresas tecnológicas, revirtió la tendencia manteniendo su ganancia del 0,10% y cerrar la semana en 4.827. Mientras tanto, la rentabilidad de las letras del Tesoro a 10 años registró una caída del 2,19% al 2,13%, a la vez que aumentó su precio.
El acontecimiento más importante de la semana fue la decisión de la Reserva Federal de aplazar el aumento de las tasas de interés. Sin embargo, dicha situación profundizó el miedo de los inversionistas con respecto al crecimiento mundial rezagado. De todas maneras, con la venta masiva de acciones en las últimas semanas, comienzan a ser atractivas algunas áreas del mercado. Un buen ejemplo de esta situación es el siguiente: los mercados emergentes.
Esperar a la Reserva Federal; interpretarla después
Los inversionistas han pasado gran parte de los últimos meses obsesionados con la Reserva Federal. Al final, el banco central hizo exactamente lo que esperaba la mayoría: nada.
Fue caótica la reacción inicial de los inversionistas el jueves, con los mercados bursátiles balanceándose entre grandes ganancias y pérdidas, antes de finalizar el día, fundamentalmente, sin cambios. Sin embargo, después de un día de debate, los inversionistas adoptaron una postura definitivamente negativa el viernes cuando las acciones perdieron sus ganancias de la semana. La volatilidad de los mercados bursátiles, que previamente había caído por debajo de los 20 puntos, la cifra más baja desde mediados de agosto (según el índice VIX), repuntó rápidamente por encima de los niveles promedio.
¿Por qué el mercado interpretó tan negativamente lo que era en sí una posición conciliadora por parte de la Reserva Federal? En gran medida, porque los inversionistas consideraron el titubeo de la Reserva Federal como una señal de fragilidad económica a nivel global. De hecho, este miedo se profundiza con el flujo continuo de datos económicos débiles provenientes de China; por ejemplo, la semana pasada, se reveló que se desplomó la inversión china hasta alcanzar su tasa más baja en 15 años.
A pesar de que perdieron terreno las acciones, los bonos repuntaron, en particular, aquellos con vencimiento a más corto plazo. Luego de registrar un alza por encima del 0,80% por primera vez desde abril del 2011, el rendimiento de las letras del Tesoro a dos años cayó de nuevo rápidamente por debajo del 0,70%. Fuera de los EE. UU., el rendimiento de los bonos en Alemania, Japón y Australia también cayó debido a la inquietud de los inversionistas de que la incapacidad de acción de la Reserva Federal sugiera una preocupación mayor sobre el estado de la economía mundial.
Con la Reserva Federal en espera y las tasas estadounidenses en baja, también cayó el dólar. El índice U.S. Dollar se encuentra, ahora, en aproximadamente un 3% más bajo de su pico máximo a principios de agosto.
Como era de esperar, la caída del dólar, junto con la caída de las tasas nominal y real (después de la inflación), llevó a un aumento del precio del oro, subiendo el metal amarillo alrededor de US$35/onza desde los niveles bajos de la semana.
*Proyecciones opuestas *
Considerando que aumenta la volatilidad del mercado al final de la semana, ¿dónde deberían estar enfocando su atención los inversionistas?
Repasaríamos las partes del mercado más sensibles a las tasas, como los servicios públicos estadounidenses. Si estuvieran aumentando las tasas de interés, se esperaría que se vean afectados estos segmentos “representantes del mercado de bonos”. Sin embargo, ahora que las tasas de interés a largo plazo se hallan claramente estancadas, los servicios públicos parecen menos vulnerables, en particular debido a que este sector tuvo un rendimiento muy por debajo del resto del mercado este año. Con estos niveles, restableceríamos la exposición hacia la ponderación del mercado.
Una jugada más opuesta es reconsiderar los mercados emergentes. Los datos insatisfactorios de la semana pasada dieron lugar a otra venta masiva del mercado bursátil de China. Las acciones locales de China bajaron entre un 3% y un 6%, a pesar de que las acciones de clase H, que cotizan en Hong Kong, lograron un alza al final de la semana.
Sin embargo, hubo un mejor desempeño en otros mercados emergentes. Los mercados registraron alzas contundentes en India, Corea del Sur, Turquía e incluso Brasil. El giro en el rendimiento también estuvo acompañado por una semana ligeramente positiva de flujos en los fondos amplios de los mercados emergentes, que contribuyeron US$200 millones. Esto representó la primera semana de flujo de capital neto que ingresa en, aproximadamente, tres meses.
Es demasiado prematuro declarar que los mercados emergentes tocaron fondo, ya que podría haber más volatilidad en el futuro, pero ahora son atractivas las valoraciones. En las caídas recientes, las acciones de los mercados emergentes cotizaban a menos de 1,3 veces la relación actual de precio a valor contable es la más baja después de haber superado la crisis financiera. Esto representa un descuento del 35% con respecto a los mercados desarrollados, el mayor en 12 años. Para los inversionistas con poco o nada de exposición a activos de esta clase, este puede ser un momento adecuado para empezar lentamente a restablecer posiciones.
Por Russ Koesterich – Estratega Principal de Inversiones Globales para iShares de BlackRock