La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) subió hoy las tasas de interés por segunda vez desde el 2008 basada en buenas perspectivas económicas antes de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Tras una reunión de dos días, el Comité de Política Monetaria de la Fed (FOMC) anunció un aumento de un cuarto de punto porcentual de su tasa directriz, que ahora quedó entre 0.50% y 0.75%, lo cual entraña el riesgo de un alza del costo del crédito en Estados Unidos.
Hace justo un año, la Fed hizo su primer aumento en casi una década y puso término a su política de tasas nulas aplicada desde el 2008 para sostener la recuperación económica tras la Gran Recesión de 2008-09 y dar fluidez al crédito.
Desde diciembre pasado la entidad se rehusó a subir nuevamente las tasas. Alegó riesgos como el débil crecimiento mundial, los potenciales problemas de la ruptura británica con la UE (Brexit) o la inminencia de la elección presidencial estadounidense del 8 de noviembre.
Como lo esperaban los mercados, el FOMC, que se reunió por primera vez desde la victoria del republicano Trump, parece ahora segura de contar con “pruebas suplementarias” sobre la mejora de la economía de Estados Unidos; un dato que la Fed consideraba necesario para pasar a la acción.
La decisión, aprobada por la unanimidad de los 10 miembros del FOMC, refleja las “condiciones actuales y futuras del mercado de trabajo y de la inflación”, dice el comunicado del comité.
El desempleo sigue cayendo y llegó en octubre a 4.6%, su menor tasa en nueve años, y con esos datos Estados Unidos está cerca del pleno empleo; uno de los objetivos centrales de la Fed.
“El aumento de los puestos de trabajo fue sólido en los meses recientes”, dijo el FOMC en su comunicado.
La inflación anual sigue avanzando progresivamente hacia el objetivo de 2% fijado por la Fed, que para el año espera una tasa de 1.9%.
Como dato adicional a ese panorama optimista, la Fed revisó al alza las previsiones de crecimiento de la mayor economía del mundo; especialmente para el 2017 cuando espera que crezca 2.1% contra el 2% que calculaba hace tres meses.
No obstante la Fed admite algunas flaquezas. Una de ellas es que las inversiones de las empresas siguen siendo “débiles”, según el comunicado. De todas formas, advirtió que el consumo, principal motor del PIB estadounidense, está en “aumento”.
Presiones políticas
Luego de esta alza de lo tipos de interés, habrá que esperar la reacción de los mercados pero especialmente la de Trump, quien durante la compaña a la Casa Blanca acusó a la Fed, y en especial a su presidenta Janet Yellen, de mantener artificialmente bajas las tasas para favorecer a la administración del presidente Barack Obama y a la candidata demócrata Hillary Clinton.
Desde que ganó el 8 de noviembre, Trump asordinó las críticas pero las medidas que pueda eventualmente anunciar cuando entre a la Casa Blanca el 20 de enero pueden influir en la política monetaria futura de la Fed.
Trump ha prometido bajar impuestos de las empresas y realizar grandes gastos en infraestrcutura. Esas medidas pueden ser benéficas para la economía pero ponen en riesgo la salud de las finanzas públicas.
Un masivo gasto público puede vigorizar la inflación y eso podría llevar a la Fed a acelerar la cadencia de los aumentos de tasas para así evitar un descontrolado aumento de precios.
Otros factores pueden complicar a la Fed. El desenfreno del mercado de acciones que día a día bate récords en Wall Street puede inquietar a la Fed, que debe velar por la estabilidad financiera
Por otro lado el fortalecimiento del dolar, que desde ahora es más atractivo, puede trastornar a los productores y exportadores estadounidenses al hacerles perder competitividad y en consecuencia el crecimiento puede ser perjudicado.