Guillermo Westreicher H.
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Aunque el oro registró tres semanas a la baja, no refleja una tendencia de largo plazo, aseguró Luis Felipe Arizmendi, presidente de GPI Asset Management. Los principales fondos de inversión a nivel global -explicó- decidieron vender el metal dorado para ganar liquidez y comprar bonos de los países desarrollados.
Según el experto, el mercado mundial de renta fija está “sobrecomprado”: Los bonos soberanos pagan pequeños intereses y cotizan a precios altos, pero tenderán a caer. “La Fed, desarmando su política actual, saldrá a vender papeles de 25 o 30 años, y los inversionistas comprarán a bajos precios, generando pérdidas al tesoro estadounidense”, advirtió.
Más allá de la coyuntura, aseguró Arizmendi, el oro tiene buenas perspectivas para la próxima década porque es un activo de refugio ante expectativas de inflación en el primer mundo, por el exceso de liquidez destinado a cubrir déficits fiscales.
“En EE.UU, la M2(dinero circulante más depósitos de corto plazo) desde el 2005 hasta la fecha creció entre 60% y 80%. Esto representa un exceso de dinero equivalente al 25% del PBI estadounidense”, acotó.
Otro factor que favorece al metal dorado –observó el analista- es la “alta deuda” de los países desarrollados, que no podría seguir sosteniéndose con emisión primaria. Por ejemplo, comentó, en España el déficit supera el 100% del PBI, al igual que Francia, mientras que en Italia llega al 120% y en EE.UU al 116%.
“La emisión generará inflación, y en el mundo desarrollado fluctuará entre 4% y 8% anual en el mediano plazo. El oro es el único activo que no tiene riesgo soberano, por eso no nos extrañe que los bancos centrales incrementen sus reservas en este metal(El BCR viene actuando en el sentido contrario)”, indicó.
El especialista alertó además que aunque los países descartan una guerra de divisas en la práctica ya está sucediendo, principalmente entre el dólar, el euro y el yen.
China
Según el financista, China recurrirá a sus reservas internacionales, que llegan al trillón de dólares, para cambiar gradualmente una parte por oro, lo que impulsaría la cotización del metal entre 8% y 20% anual durante la próxima década.
“Siendo la segunda economía del mundo, exigirá aceptar el pago en yuanes. Es una forma de marcar su territorio comercial”, agregó.
Eventos importantes
Arizmendi advirtió sobre dos eventos que generan incertidumbre actualmente en los mercados bursátiles. Primero, en EE.UU. a fines de marzo, si no se llega a un acuerdo, el gasto fiscal se reduciría entre 1% y 2% del PBI.
Asimismo, tras las elecciones en Italia, el primer ministro Monti no ganó el apoyo esperado, y se reforzaron dos posiciones opuestas: El partido de Berlusconi, con la primera mayoría en la cámara de senadores, y un partido nuevo de centro izquierda moderada, hasta cierto punto ‘anti-político’, con la mayoría de diputados.
“Como el gobierno italiano es parlamentarista, se requiere acuerdo político entre Ejecutivo y Legislativo. Esto genera un ‘limbo’ y una eventual convocatoria a nuevas elecciones con complicaciones. Es la tercera economía de la eurozona y altamente endeudada”, refirió.