Mercados con sentido: Los consejos de los expertos financieros tienden a estar equivocados

G de Gestión. El libro Market Sense and Nonsense, del inversionista Jack Schwager, busca revelar qué conceptos sobre los mercados financieros son correctos y cuáles son erróneos, a pesar de que hayan podido alcanzar la popularidad.

Desde el título, Market Sense and Nonsense, el inversionista y autor Jack Schwager se propone la difícil meta de revelar qué conceptos sobre los mercados financieros son correctos y cuáles, por más popularidad o reputación que hayan alcanzado, son erróneos. En ese sentido, a pesar de ser una lectura técnica y densa, el libro se vuelve imprescindible para todo aquel interesado en manejar sus inversiones. Ayuda al lector la forma en la que Schwager ha organizado el contenido, con resúmenes al final de cada capítulo en forma de listas de conceptos equivocados y sus respectivas correcciones, así como de insights de inversión. Ello permite identificar dónde se hallan las ideas más interesantes para cada lector.

Inicialmente, Schwager se centra en demostrar que los consejos de los expertos financieros tienden a estar equivocados. No obstante, también desacredita la hipótesis de los mercados eficientes, que sostiene que es imposible ganarles a los mercados (a menos que se tenga suerte o insider information) y que los precios reflejan toda la información sobre un activo, lo que los hace ‘correctos’ todo el tiempo. El autor sostiene que los movimientos iniciales de precios se pueden dar por fundamentos, pero los rallies y cracks terminan siendo motivados por emociones. Asimismo, da varios ejemplos de cómo las noticias responden y pretenden explicar las movidas de precios, cuando la teoría de mercados eficientes argumenta que el proceso debería ser inverso.

Otro punto que Schwager demuestra convincentemente es que los retornos pasados no solo no son garantía de resultados futuros, sino que pueden representar una señal en contrario. “Durante los grandes momentos de transición fundamental o psicológica en los mercados, quienes tuvieron la mejor performance en el pasado se convierten en los de peor performance en el futuro”, sostiene el autor. En ese sentido, recomienda iniciar inversiones de largo plazo en un activo o con un manager justamente cuando este ha tocado fondo. Además, otro consejo importante es analizar en detalle qué factores llevaron a los retornos de dicho manager, para identificar si simplemente navegó una ola favorable, si sus habilidades se mantienen vigentes con cambios en el entorno y a qué niveles de riesgo obtuvo la rentabilidad mostrada.

Justamente las apreciaciones sobre el riesgo que hace Schwager son otro de los elementos más valiosos de Market Sense and Nonsense. El autor parte de la idea de que un manejo del riesgo defectuoso es más peligroso que no manejar los riesgos en absoluto, debido a la sensación de complacencia que se produce, como la crisis financiera del 2008 dejó en evidencia. Sus críticas se enfilan hacia el hecho de que las métricas más difundidas en la medición de riesgos, como la volatilidad (medida por la desviación estándar) o el ratio de Sharpe no separan adecuadamente el riesgo de downside del de upside. Por ejemplo, la volatilidad no muestra el “event risk” de una inversión que puede subir moderadamente por largos periodos de estabilidad, pero caer estrepitosamente ante una crisis. Otra idea fuerza de Schwager es que el apalancamiento no necesariamente introduce mayor riesgo, pues este también depende de los activos que se estén apalancando. Así, el apalancamiento con fines de cobertura puede reducir el riesgo.

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