Hombre buenos y correctos no duran en la Casa Blanca de Trump

Tom Marino, el congresista elegido por Trump para ocupar el puesto de zar antidrogas del país, es el último en ser alabado antes de que se le mostrara la puerta de salida.

Bloomberg.- Un buen hombre. Un hombre correcto. Una muy buena persona. Son las favoritas frases iniciales de Donald Trump cuando altos funcionarios de su administración están a punto de ser despedidos.

Tom Marino, el congresista elegido por Trump para ocupar el puesto de zar antidrogas del país, es el último en ser alabado antes de que se le mostrara la puerta de salida.

“El representante Tom Marino me ha informado que está retirando su nombre de la consideración como zar antidrogas”, dijo Trump el martes en Twitter. “¡Tom es un buen hombre y un gran congresista!”

Trump ha usado el término “un buen hombre” para describir al ex secretario de Salud y Servicios Humanos Tom Price, horas antes de dimitir, al ex jefe de gabinete Reince Priebus, minutos después de que se anunció su reemplazo y al ex estratega jefe Steve Bannon, pocos días antes de dejar la Casa Blanca.

Trump también calificó a su primer asesor de seguridad nacional, Michael Flynn, una “buena persona” poco después de que fuera expulsado de la Casa Blanca por engañar al vicepresidente Mike Pence sobre sus conversaciones con el embajador ruso.

Trump aplicó el aparente beso de la muerte a otros funcionarios que, en última instancia, no han partido, a pesar de informes de fricción. Trump llamó al asesor de Seguridad Nacional HR McMaster un “buen hombre” en agosto; McMaster sigue en su puesto.

“El general McMaster y yo estamos trabajando muy bien juntos”, dijo Trump en un comunicado del 4 de agosto después de que aparecieron varias noticias negativas sobre McMaster en medios de comunicación conservadores. “Es un buen hombre y muy favorable a Israel”.

Y luego está el secretario de Estado, Rex Tillerson. En marzo, Trump lo llamó “un gran hombre”. Fue calificado de “maravilloso” en un tuit del 1 de octubre en el que Trump socavó el intento de Tillerson de una solución diplomática a la crisis de Corea del Norte.

Tillerson sostuvo una conferencia de prensa el 4 de octubre para insistir de que, pese a informes de que habría llamado al presidente “imbécil”, no abandonaría su trabajo. Manténganse sintonizado.

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