TRANSPARENCIA. Ayer fue el Día Mundial de los Derechos del Consumidor, pero apostamos a que la mayoría de peruanos desconocía la efeméride. Es más, nos atrevemos a apostar que la mayoría ignora que tiene derecho a estar informada sobre los productos y servicios que adquiere y consume. Sin embargo, a falta de estadísticas o encuestas recientes sobre el particular, no nos queda más alternativa que movernos en el campo de las suposiciones.
Son varias las hipótesis que pueden plantearse al respecto: que Indecopi, con más de 20 años de existencia, no cuenta con los recursos para difundir cuáles son los datos básicos que un consumidor debe poseer para considerarse informado; que las asociaciones que los representan tampoco disponen de suficientes medios para cumplir su labor –que ha sido asumida por las redes sociales–; y que las empresas –salvo excepciones– no se exigen mejorar el trato con sus clientes porque, en general, no enfrentan consecuencias.
Indecopi publica mensualmente un reporte en el que resume el número de reclamos y denuncias presentados por los ciudadanos. Son muchas cifras que dicen muy poco porque no vienen acompañadas de ningún tipo de análisis. El reporte más reciente (enero de este año) destaca además por una omisión: no se menciona al libro de reclamaciones, que parecía ser la principal innovación del sistema de defensa del consumidor.
Ahora que la carga de trabajo de Indecopi será aligerada, pues el Instituto Nacional de la Calidad asumirá sus funciones de metrología, acreditación y normalización, quizás tenga más tiempo para organizar campañas de orientación –sugerimos que con la participación de los municipios y las asociaciones de consumidores.
También es preciso insistir sobre la reglamentación del etiquetado, que lleva encarpetada más de tres años, porque solo conociendo el detalle de los componentes de los bienes que se le ofrecen, el consumidor podrá decidir su compra de manera racional. Un mercado moderno no solo está compuesto por empresas competitivas, sino también por consumidores bien informados, y Gestión saca la cara por ambos lados de la ecuación.