Partidos políticos. Para el afianzamiento de la democracia, necesitamos
contar con agrupaciones sólidas, grandes y, sobre todo, transparentes.
Lamentablemente, esa no es la realidad que vivimos y la ley actual no
ayuda a conseguirlo.
Los gastos de la presidenta del nacionalismo han obligado a mirar
nuevamente el tema del financiamiento de los partidos políticos, dejando
en evidencia que la normativa vigente tiene muchos vacíos.
Por mencionar solo un ejemplo. Según data de la ONPE, todos los partidos
al momento de su inscripción registran “cero” en su balance, una
afirmación que, en el caso del nacionalismo, ha sido contradicha esta
semana cuando sus representantes informaron que los ingresos recibidos
desde el extranjero en el 2005 eran para la constitución del partido, es
decir, al momento de su nacimiento sí contaban con fondos que no figuran
en su balance inicial.
A pesar de lo que se pueda creer, la ley tiene poca capacidad de
control, no sanciona si no se presenta la información, las pocas
sanciones que establece son eliminar el aporte del Estado (que hasta
ahora es nulo) y no cuenta con las herramientas necesarias para obligar
al pago de las pocas multas que fija. Es decir, tierra de nadie.
Frente a esta situación que ya se había advertido, hace algunos años, la
ONPE, el JNE y el Reniec presentaron un proyecto de ley, actualmente
estancado en el Congreso, que plantea diversas maneras de mejorar el
tema de financiamiento; por ejemplo, canalizando los aportes a partidos
políticos a través del sistema financiero. Así se incrementaría la
transparencia y procedencia de dichos fondos.
Otro punto que se deberá revisar es el relativo al uso de los fondos, la
norma actual no refiere nada sobre el destino que el partido decida
darle a los fondos que recibe, podrían usarse en gastos personales y no
pasaría nada.
La filtración de dinero ilícito en los partidos políticos es muy fácil
por el poco control que existe tanto a nivel local como nacional, y
porque, dada su fragilidad, muchos eligen a candidatos “nuevos”, en base
a su capacidad de conseguir recursos y no a miembros del partido con
trayectoria.
Los cambios a la norma son importantes y se tendrían que aprobar antes
de iniciarse la próxima campaña electoral. Veremos cuántos partidos
están dispuestos a aceptar los controles. No tenemos muchas esperanzas.