CRISIS DE DEUDA. Poco más de 60% de los griegos han rechazado las medidas de ajuste y el plan de rescate de la eurozona en el referendo del domingo último, consulta que fue convocada por el gobierno de Alexis Tsipras en su intento por ejercer presión al bloque.
El referendo devino tras la serie de ofertas y contraofertas que cruzaron Atenas y Bruselas sin un acuerdo que permitiera a Grecia recibir fondos para poder pagar un compromiso de deuda con el FMI, el cual, finalmente, no pudo cumplir.
Con la victoria del “no” en la consulta popular en Grecia, el gobierno del país apuntaba a fortalecer su capacidad de negociación con el bloque, pero hasta ahora las advertencias de ajustes primero antes que más dinero se han mantenido.
Los líderes de la eurozona se reúnen hoy y Grecia tiene planeado presentar un nuevo plan de ajuste. Por el bien del bloque, de los agitados mercados financieros y de los griegos que sufren el cierre de bancos y la posibilidad de un decomiso de parte de sus ahorros, es momento de que se alcance ese ansiado acuerdo. Pero el logro del acuerdo no es suficiente. Para evitar patear el problema para adelante, como, al parecer, ha venido sucediendo, el acuerdo tendría que apuntar a metas alcanzables y sostenibles. Un acuerdo que implique necesarios recortes en el gasto de Grecia y algún tipo de facilidades en la deuda por parte de los acreedores, tal como sugiere el FMI.
El cambio de ministro de Finanzas en Grecia puede ser evidencia de una moderación de la oposición a las necesarias medidas de ajuste, dado que Yanis Varoufakis era señalado como un gran crítico a los planteamientos de la eurozona.
De no alcanzarse pronto un acuerdo, Grecia, sin posibilidades de financiamiento, podría no tener más opción que pagar sus compromisos internos con algún medio de cambio, lo que a larga significaría un abandono del euro. Según los bancos de inversión, esta es ahora la opción más probable. Atenas no puede estar mucho tiempo con su sistema financiero casi paralizado, por lo que en los próximos días se debiera conocer, esperamos, un feliz desenlace y no un capítulo más del drama griego.